Porque escrito está en nuestras almas su recuerdo. Porque Andrés escribía su historia día a día, mientras otros dejaban que la historia pasase sobre ellos. Porque yo te conocí muy bien y siempre recordaré nuestro viaje al Congreso en Madrid, allá al final de los ochenta.
Nuestras aventuras en Extremadura y Ponferrada. De aquellos tres compañeros... Chaves, tú y yo, solo quedo yo. Porque tu ejemplo de lucha, de ideales siempre estará en mi recuerdo.
Tus ideales y la realidad siempre fueron de la mano.
Por eso, descansa ahora hasta el día que oigamos todos aquello de ¡levántate y anda! Que nadie le exigió.