Análisis crítico, desde el punto de vista técnico, del futuro PGOU ceutí

¿Es, más allá de la literalidad de su Memoria, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado inicialmente en el Pleno el pasado 7 de agosto todo lo que presume? Para el Gobierno de Ceuta se trata de un documento “abierto” y con capacidad de mejora durante el proceso de exposición pública, que arrancará a finales de este mes o primeros de septiembre. Para Caballas se trata de un texto que nace desfasado y que incuba varios ‘pelotazos’.
Más allá del ámbito estrictamente político, el arquitecto ceutí Carlos Pérez Marín ha sido el primero en hacer un análisis del primer tomo del documento, integrado por media docena de partes.
Su revisión crítica lamenta, por ejemplo, que pese a “desear” contar con la opinión de “todos los agentes sociales” para “diseñ̃ar un proyecto de ciudad capaz de ilusionar a los ciudadanos, de forma que lo hagan suyo y estén dispuestos a implicarse en su construcción”, en realidad “no ha habido” posibilidad de “participación”.
“Ni siquiera los problemas que han estado presente desde hace tiempo se han resuelto o propuesto una solución, por ejemplo, la frontera”, lamenta Pérez Marín sobre el enfoque metodológico del proceso de elaboración de un documento en el que ha advertido varios ejemplos de “copia y pega” como las referencias a las supuestas “industria, artesanía y agricultura”  de la ciudad.
Aunque otros expertos alertan de la falta de adaptación del PGOU a la normativa legal vigente en 2014, el arquitecto ha localizado más ejemplos concretos de falta de actualidad: “En los planos aparece todavía el Parque de Artillería, demolido en 2008, pero no la promoción de Emvicesa del Hacho”. “Siguen apareciendo los almacenes de Baeza en La Marina”, añade, “pero. no se refleja el edificio Residencial Larios, entregado en 2006, ni el Hospital Universitario o las viviendas que están junto a él”.
Entre las contradicciones halladas figura el prometer “la puesta en valor de las fachadas de la ciudad, entendidas estas como la imagen de la ciudad de cara al exterior” pero no existen “los planos de alzado, las secciones y la volumetría relacionadas con este aspecto”. “Si realmente es importante”, opina, “se tendría que haber estudiado con profundidad ye podría haber hecho un estudio de volumetría para ver qué zonas admiten mayor densidad y qué volumetría originaría una mayor altura de la edificación”.
Otra falta de coherencia: el documento dice que uno de sus objetivos “fundamentales” será́ “la concepción del transporte público urbano como parte integrante del modelo urbanístico general” pero “no hay esquemas de recorridos para autobuses, para bicicletas, para peatones o incluso para tranvías, sobre el terreno o elevado, como el que construyen en Londres por falta de espacio en el centro”.
Pérez Marín también detecta que “en realidad no se propone nada para el Puerto pese a que una de las mayores transformaciones urbanas que han llevado a cabo algunas ciudades españolas en los últimos 20 años ha sido gracias a que los puertos han sido pensados como ‘espacios urbanos’ integrados en la ciudad, no como un territorio anexo”. Energía La central de generación de Endesa y alternativas
El Informe de Sostenibilidad Ambiental del PGOU dice que que pese a ser uno de los objetivos, la sostenibilidad desde el punto de vista energético no se alcanza porque sólo existe la central de Endesa. Pérez Marín recuerda que en la actualidad sólo se ha recibido un proyecto para la instalaciones de un parque eólico, rechazado por su incidencia paisajística con un elemento del Patrimonio Cultural. “Quizás con el nuevo régimen retributivo para este tipo de instalaciones en los territorios extrapeninsulares publicado en el BOE, pueda mejorar esta situación”, señala, aunque cree que “sería bueno realizar un concurso para la ubicación de dichas instalaciones y elegir aquellas que mejor respeten y se integren en el paisaje”. Superficie ¿Ganar terrenos al mar? Pérez Marín se pregunta “por qué no se ha tenido en cuenta la posibilidad de ganarle terrenos al mar” ya que “no sería la primera vez que se hace y ayudaría a resolver muchos problemas tanto en la bahía norte como en la sur”. “Ello implica una visión más real de la evolución de la ciudad, que no requiere que se lleve a cabo durante este Plan”, opina. A su juicio “la supuesta transición es una excusa para permitir operaciones como las del Sarchal Norte, perjudiciales para la preservación del Hacho”. ¿Se han estudiado alternativas al transporte en el viario público? Carlos Pérez Marín cree que el futuro PGOU aprobado inicialmente “puede resolver comunicaciones puntuales entre sectores ahora separados por la topografía” pero critica que “no se ha estudiado la red general y la influencia que tendrán las diferentes operaciones urbanísticas”. “¿Hay hipótesis sobre el flujo de vehículos en un futuro? ¿Y la frontera, qué ocurre con Martínez Catena? ¿Se han estudiado alternativas para hacer calle Independencia de doble sentido?”, se pregunta. Además, lamenta que no se propone una como alternativa a los viarios rodados pese a que “podría haber carriles para bicicletas, itinerarios alternativos peatonales dentro del área urbana, posibilidad de tranvía, conexion Universidad-Puerto...”. Una ciudad “dinámica” y “atractiva” El “gran objetivo” del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ya aprobado inicialmente en Pleno es “perfilar un proyecto urbano para que Ceuta pueda ser una ciudad media dinámica, de elevada calidad urbanística y medioambiental, atractiva para vivir y visitar y que se constituya en una plataforma adecuada para la implantación de actividades económicas”. Las características de la estructura urbana actual, los proyectos en marcha o previstos a corto plazo y la realidad socioeconómica de la ciudad”, explican los redactores del documento, “permiten establecer un primer conjunto de intenciones, entre las que se encuentra, como principales objetivos ambientales: la preservación del el patrimonio cultural y medioambiental, por ser recursos claves de cara al futuro y fundamentales para un despegue de ceuta como destino turístico y cultural; y la apuesta por una ciudad saludable y ambientalmente sostenible, local y globalmente”. Se trata, en resumen, de plantear el reto de diseñar un espacio "capaz de ilusionar a los ciudadanos, de forma que lo hagan suyo y estén dispuestos a implicarse en su construcción", según el proyecto de seis tomos. Contra la demolición del Mercado El PGOU plantea “una ambiciosa operación” para  “generar simultáneamente una centralidad comercial-residencial en el ámbito de la Plaza Rafael Gibert-Patio Hachuel que incluirá el nuevo Mercado de Abastos, sobre cuya actual ubicación, una vez liberado el Foso Seco, se prevé la implantación de un parque a desnivel”. El arquitecto Carlos Pérez Marín no la comparte.
Desde su punto de vista “lo más sensato sería realizar un concurso de ideas para rehabilitar el edificio actual, permitiendo aumento de volumen y también que se pueda recorrer el foso en su planta baja”.
¿Por qué? Primero, porque el edificio que alberga el Mercado “es un ejemplo de urbanidad que habría que preservar, un edificio que surge de un concurso de arquitectura en el que se piden soluciones para un espacio que se había convertido en una especie de basurero”. “Además”, añade, “ese espacio provocaba una ruptura en la trama de la ciudad, dificultando la conexión a ambos lados del foso”.
“El proyecto ganador”, recuerda, “propuso un edificio-puente que resolvía tanto el problema de salubridad como las conexión entre ambos lados”. Según avanza “su demolición no dejará al descubierto toda la escarpa y la contraescarpa del foso, tan solo unos cuantos tramos de la calle Alcalde José Victori Goñalons, cuya altura fue rebajada en el pasado”. “Sería una decisión errónea”, considera.