Una amnistía Pert A Porter o el Estado Soy yo

Saegún Ramón Adell Argilés, sociólogo de la UNED, en contextos democráticos, la suma de votos es la única cuantificación política reconocida,

Aun así y habiéndose cumplido esta premisa en las recientes Elecciones, probablemente no podrá cumplirse dicho principio en favor del primer candidato a formar gobierno, debido a la perversión del sistema electoral el cual prevé la suma de votos de los partidos políticos para la elección de un segundo candidato.

Dicho sea, un sistema que en algunos casos puede favorecer o no a uno u otro.

Señalar, que viene decantándose desde hace unas pocas jornadas, el presidente Sánchez en su reciente viaje a Nueva York, efectuando declaraciones informales en “petit comité” respecto a hablar claro próximamente sobre la Amnistía y anunciar que no existirán nuevas Elecciones.

A “sensu contrario” otras declaraciones de los Sres. Junqueras y Rufián daban por hecho que la amnistía estará en el pacto de investidura de Pedro Sánchez porque ya estaba recogido y firmado entre PSOE y ERC desde el pasado agosto.

Nos encontramos de nuevo ante otro laberinto proveniente de declaraciones contrarias o sujetas, vaya Ud. a saber a qué pactos inconfesables o no cuando España se juega su cohesión con la Justicia.

Se trata de una pregunta: se pretende que el español medio deba plantearse intentar acceder a las mentes políticamente retorcidas de sus poseedores, repletas de ideas complejas y arraigadas, ¿a fin de adivinar qué porvenir le espera?

¿Nos lo merecemos?

Ante estas y otras situaciones rocambolescas que puedan avecinarse, existen ciertos momentos en los que al Columnista le gusta recurrir a expresiones de otras latitudes foráneas, las cuales se identifican o describen suficientemente con cierto gracejo lo que sucede a nuestro alrededor.

Por ejemplo, ¿buscan los políticos una Amnistía tipo “prêt-à-porter”? que significa textualmente “Lista para llevar”, o sea, como si se tratara de prendas de moda, con producciones en serie con patrones que se repiten en diferentes calidades y precios.

Pues no se crean que anduviésemos muy descaminados, si el descrito tipo de Amnistía, “prêt-à-porter” presunto, y como metáfora, lo esgrimiese el gobierno, algo así, como “pelillos a la mar” en esta ocasión, ¡pero ni una más!

Como rumor sobre una mesa me lo contaron, y así lo traslado,

Muchos otros podrían preguntarse si las actuales negociaciones que se han mantenido con sumo sigilo y secretismo con posibles intercambios de documentos y que probablemente, si se consuma lo previsto, encierren otras materias de distinta significación, o interpretación a fin de implicar controversias de futuro de dudosa solución para la vertebración de un País.

Si se cumple dicho guion, se habrá tratado de una especie de función teatral de las partes, a la búsqueda de algún resultado premeditadamente favorable, a sabiendas que una LEY DE AMNISTÍA, no goza de pronunciamientos venturosos.

Muchos de Uds. conocen mi agnosticismo político, y naturalmente no se trata solo de apoyar a los convocantes, no, sino de dejar plasmadas ante el mundo, nuestras protestas y rechazos, legales y civilizados.

Pero siempre nos quedará otro léxico francés que se acomode acorde al tema que nos ocupa, el: “SAVOIRE FAIRE” o (saber hacer) de carencia absoluta y ejemplos nefastos en nuestros políticos al uso, que parece no desear poner en práctica.

Nos quedaría contemplar cómo se encontrará el ánimo de los madrileños y resto de españoles residentes en Madrid próximo domingo 24, a fin de llenar la Plaza de Felipe II de la capital con una superficie aproximada de 13.000 m2 x 3 personas m2, nos daría con una capacidad de unas 40.000 personas.

Si ascendiera a 4/m2, hablaríamos entre 50/55.000.

Cuando para un Acto de esta envergadura no se escoge la Plaza de Cibeles, lugar de superficie aproximada de unos 30.000 m2 con una capacidad de 3 o 4 personas m2, según los cálculos de Grijalbo se obtendría, 90.000-120.000, personas aproximadamente,

Significaría ello, ¿baja auto estima de los Organizadores o algún otro tipo de dificultad? Esperemos que todo transcurra con normalidad tanto en Madrid cono en Barcelona.

Otros puntos de opinión se atreven a circundar aquel lejano símil del Rey Sol, Luis XIV, monarca absolutista que reinó en Francia durante 72 años, desde 1643, y que se atrevió a afirmar “EL ESTADO SOY YO”.