2024 es sin duda el año clave para una
arquitectura fronteriza que prevé cambiar el sistema de control entre España y
Marruecos a través de Ceuta. Sin novedades ni cambios dignos de ser remarcados,
Delegación del Gobierno maneja con cautela cualquier anuncio respecto de la obra que pretendía fijar su punto y final en el primer trimestre de este año.
Complicado dar plazos que a todas luces no pueden cumplirse, aunque en la meta se quiere disponer en meses de mejoras en los controles de pasajeros, Schengen y transfronterizos con vistas a dar
mayor agilidad así como diferenciar los tránsitos como se debe.
Eso espera conseguirse con la puesta en marcha del reconocimiento facial para los primeros y un sistema de control más rápido para el grueso de transfronterizos que entra y sale a diario cuya revisión sería más ágil (son siempre las mismas personas) y se podría detectar al momento si se producen pernoctaciones (están prohibidas pero siguen realizándose a pesar de las advertencias de multa anunciadas).
Los trabajos llevados para implantar el nuevo modelo de registro de tránsito vienen determinados por la aplicación de los reglamentos y decisiones adoptados
por la UE en cuanto a la regulación de los pasos fronterizos Schengen, por los que se rige
el Tarajal tras su reapertura sin la aplicación de la excepción que permitía cruzarlo a la población de la región de
Tetuán sin más que presentar su pasaporte en vigor. En dichos Reglamentos se establece un Sistema de Entradas y Salidas (EES: Entry-Exit System) para registrar los datos de entrada, salida y denegación de entrada relativos a nacionales de terceros países que crucen las fronteras exteriores de los Estados Miembros, se determinan las condiciones de acceso al EES con fines policiales y se modifica el Convenio de aplicación del Acuerdo de Schengen y los Reglamentos (CE) 767/2008, (UE) 1077/2011 y (UE) 2016/399.
La prueba piloto debería llevarse a cabo en este trimestre pero no se aporta dato nuevo sobre la misma
De la frontera inteligente se lleva hablando años, algo menos de la
aduana comercial. Ambas son las deudas que pesan en una balanza que persigue normalizar el tráfico de personas y vehículos pero también el de mercancías. Respecto de esto último se busca hacer historia con una aduana que Ceuta nunca tuvo. En la sede de la plaza de los Reyes no aportan novedades sobre la obra mientras que en Madrid
se mantiene un discurso alejado de cualquier perturbación en las relaciones con Marruecos aludiendo a que todo marcha en buena sintonía y en la adecuada dirección. En las últimas semanas pesos pesados del equipo de Pedro Sánchez como son los ministros Fernando Grande-Marlaska y José Manuel Albares han repicado el mensaje de plena confianza y lealtad echando mano, de nuevo, de la necesidad de tiempo para justificar que los anuncios efectuados en su día no se hayan cumplido. Este es el año en el que debería llevarse a cabo
la prueba piloto de esta auténtica ingeniería de actuaciones pero se sigue sin ofrecer detalles sobre su estado. Todo empieza y termina en Madrid en un año que se antoja en determinante para dejar negro sobre blanco una clara postura sobre el tipo de relación fronteriza que se estilará en Ceuta.
Las claves
Sin datos
Desde Delegación del Gobierno no se aportan datos nuevos sobre el estado de las actuaciones en la frontera del Tarajal, las últimas informaciones marcaban que este trimestre estarían operativos los cambios sobre todo en materia de seguridad.
En madrid
El mismo lema
Ministros de peso en el equipo de Sánchez mantienen la misma tónica en intervenciones como las ofrecidas en las últimas semanas por Albares y Marlaska en las que insisten en un lenguaje de evitar confrontación con el vecino país.
Año definitivo
Plazos anunciados
Es este 2024 cuando, de acuerdo con lo anunciado, deberían ponerse en marcha los controles sobre el tipo de tránsito que se produce en el paso fronterizo así como las medidas de seguridad. En la balanza está la aplicación del reconocimiento facial así como medidas de control que agilicen por ejemplo el paso de transfronterizos.