Álvaro Mur (Ceuta, 1993), ofrecerá esta tarde un concierto, el primero de su gira de este año, en el Auditorio del Revellín. Una cuidada selección de piezas de Mozart, Beethoven, Franck, Wagner y Liszt, compositores a los que se siente muy vinculado, deleitarán a los asistentes con una música que el propio pianista reinterpreta, años después de haberla tocado, en una evolución necesaria y natural.
-¿Qué supone este concierto?
-Es muy importante. Este concierto es el primero que realizo en la temporada 2022, que me va a llevar por toda España, donde acudiré varias ciudades, incluso el extranjero, con el concierto que próximamente ofreceré en Berlín.
Casualmente este primer concierto de la gira es aquí, en Ceuta, por lo que es una ilusión doble: estrenar programa y estrenar esta aventura en mi casa.
-¿Qué obras se podrán escuchar los asistentes esta tarde al Revellín?
-Son piezas de Beethoven, Liszt, Mozart y Wagner entre otros. Forman parte de mi repertorio de toda la vida. De hecho, algunas llevan conmigo más de 10 años.
Son obras que he trabajado con diferentes maestros y que, sin duda, representan muy bien mi situación musical actual. Muchas de ellas las recogí y recuperé hace nada y sobre ellas realizado una reinterpretación de la visión que tenía de esta música.
Es algo maravilloso, porque la obra puede ser totalmente diferente vista con un prisma distinto 10 años años después-
-Entonces, podríamos decir que Álvaro Mur, como pianista, ¿ha experimentado una evolución?
-Yo creo que sí, pero además es que todos los músicos tenemos evolución, como las personas. Es natural evolucionar, algunos más rápido, otros más despacio, o de diferente manera, pero sí, todos evolucionamos y creo que estoy en una nueva etapa en mi vida en general y eso se transmite también en la música.
-¿Las piezas que va a interpretar son elección propia?
-Sí, han sido una elección mía, de mi repertorio. Son grandes obras de la música, como la sinfonía 111 de Beethoven, que fue la última que escribió para piano; o el propio Preludio, coral y fuga de Franck, que se considera una obra catedral de la música. Son obras con las que tengo mucho apego emocional y poético.
-¿Qué van a escuchar las personas que acudan esta tarde al Auditorio del Revellín?
-Para el público que esté metido en la música clásica son obras muy reconocidas. Para el que no esté tan acostumbrado, estas obras no las va conocer, porque no son obras de primeras asimilaciones; no obstante la van a disfrutar muchísimo, aunque, como siempre pasa con el intérprete, dependerá de mi.
-Después de tantas actuaciones, ¿forma parte Ceuta de una parada musical obligada?
-La verdad es que, en este sentido, le tengo que dar unas gracias enormes a la Ciudad por el apoyo que me ha prestado, especialmente desde que ganara el Premio de Juventudes Musicales de España. Se volcaron en mi carrera, llamó la atención de que estuviera tocando por el resto de España y el extranjero, y empezaron contratarme de forma anual. Cada vez que necesitaba estrenar un repertorio, o tenía una propuesta nueva siempre han estado abiertos, sin ningún tipo de pega a darme una oportunidad en el teatro. Por todo ello estoy muy agradecido, además de que es también una sensación de deber, como ceutí, traer un poco de cultura a mis paisanos y de cosas diferentes. Tengo un poco ahí esa obligación.
-En muchas de las referencias a su carrera se le define como una de las jóvenes promesas de la música clásica en España. ¿Cómo lleva esa definición?
-Ahora mismo lo llevo con algo de vergüenza.
-Hace poco se estrenó en el sevillano Teatro de la Maestranza.
-Sí, en julio de 2021 tuve mi debut con la Sinfónica de Sevilla en el Maestranza. La verdad es que fue un día muy especial, de los que marcan. Esto de ser una joven promesa es como un sello de responsabilidad, un sello de calidad que te obliga a no relajarte, que te obliga siempre a dar lo mejor
-De todos los compositores que vas a interpretar ¿a cuál le tiene más querencia?
-Por suerte, todos son de mis compositores favoritos. Elegir uno es imposible. Diría que también depende del día: hay días que me levanto muy Liszt, muy bravo, con grandes tonalidades; hay días que me levanto más Mozart y lo disfruto más: Pero por el historial de todo que he tocado, diría que he tocado mucha más música de Liszt, tengo mucha afinidad con él, con su personaje, su figura... Siempre me ha maravillado.
-En sus conciertos vemos muchos compositores clásicos, sin embargo, algunos de sus mentores -como Alfonso Calderón- son figuras en la música contemporánea.
-La música contemporánea es una parte obligada en nuestra carrera. Todos los grandes pianistas de la historia han tocado la música de sus compañeros y tengo que colaborar y tocar la música de mis compañeros, de los grandes maestros, que están componiendo ahora y estoy abierto a recibir obras de compañeros, que sé que hay obras maravillosas