Habitar la piel de un policía local por un día. Esta es la experiencia que han vivido unos 50 niños del Centro Cultural ‘Imam Warsh’, que han participado en una exhibición organizada por el cuerpo de seguridad de Ceuta.
Ellos han disfrutado de una jornada repleta de actividades llenas de diversión. A través de las risas y el juego, han conocido de primera mano la labor de los agentes y, de paso, saber nociones básicas de seguridad vial.
“El fin de esta actividad, sobre todo, es intentar que los niños perciban a la Policía Local como una institución cercana y abierta”, ha destacado Jaime Cabanillas, inspector del cuerpo de seguridad. Este agente se ha encargado de organizar este circuito en el que también se les enseñan “el respeto a la responsabilidad”, ha indicado.
Es habitual en este tipo de muestras que se les enseñen vehículos policiales como motos o coches patrulla, así como instrumental que pueden emplear en el ejercicio de sus funciones.
Una muestra diferente
La exhibición ha dado un paso más allá y se les ha enseñado a hacer la prueba de alcoholemia; ir en el furgón y a dar órdenes a través del altavoz; conocer los efectos del consumo de drogas y alcohol, así como a controlar en la calle el tráfico para que tanto peatones como conductores puedan circular de forma segura.
Ataviados con chalecos reflectantes y acompañados de un agente, han aprendido a permitir o cortar el tráfico a través de sus manos y con señales en una calle próxima al colegio. El sonido de la alarma policial y las luces azules se han sucedido sin parar entre las risas de los niños, que han desarrollado con ilusión esta entretenida actividad.
“Indicamos normas básicas de educación vial para que se conciencien sobre la importancia de la seguridad en carretera porque el día de mañana serán conductores y pasajeros”, ha remarcado Cabanillas.
A su vez, se ha hecho hincapié en cómo la ingesta de ciertas sustancias como las drogas tienen una serie de consecuencias y reacciones. “Sobre todo les hablamos de las infracciones administrativas y penales respecto al consumo”, ha explicado el inspector. “Se les pone unas gafas que simulan la ingesta de alcohol. Ellos perciben cómo se pueden sentir el día de mañana, si lo ingieren”, ha detallado.
Estas actividades se han llevado a cabo con alumnos del CEIP Príncipe Felipe. El próximo 22 de mayo se desarrollarán estos talleres de nuevo con motivo del patrón de la Policía Local en el Parque Juan Carlos I. Cabanillas invita a otros centros escolares a formar parte de esta jornada.
Futuros policías
Son, en total, cuatro talleres en los que los niños han aprendido nuevos conocimientos o han repasado los que ya tienen aprendidos. Es el caso de Amina, Ayah, Jadiya y Yasser, a los que no les eran desconocidos estas reglas y saberes. Los cuatro han manifestado pasarlo “muy bien” y están seguros de repetir de nuevo.
Jadiya, de hecho, ha destacado que le gusta esta forma de enseñarle conceptos claves. “Es una manera más divertida de aprender. Es mucho mejor que los libros”, ha comentado. A los cuatro no les importaría ejercer en el futuro como agentes de policía local. “A los ladrones quiero detenerlos. Me gusta también el trabajo en tráfico. Me gustaría ser policía de mayor. Ojalá”, ha expresado Yasser.
El patio del CEIP Ramón y Cajal se ha transformado en una academia de pequeños policías, niños que, quizá en el futuro, sean agentes que velen por la seguridad de los ciudadanos.