Es el primer caso que, sobre papel, se confirma que ha cobrado tras alcanzar un acuerdo extrajudicial con la aseguradora.
Una buena noticia para la propietaria de una de las viviendas en la ‘promoción fantasma’ de Huerta Téllez, las cuales, nunca llegaron a entregarse a sus compradores. La aseguradora ha devuelto a esta persona 21.808,72 euros –en concepto de principal e intereses– por el dinero que adelantó para la adquisición de una de las casas cuya situación, unos ocho años más tarde, continúa bloqueada.
El despacho ‘Alonso Hiecke. Abogados y Asesores’ es el artífice de que sus representados puedan considerar que “no todo está perdido” en relación a unos inmuebles que, tras la quiebra de su promotora, absorbió la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el conocido como ‘banco malo’ de España.
Su cliente y la aseguradora alcanzaron un acuerdo extrajudicial que le ha permitido abandonar la pesadilla en la que esta persona llevaba sumida desde hace años. Su demanda, informaron desde ‘Alonso Hiecke’, fue interpuesta ante del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 con el desenlace que atestigua el mandamiento de pago –con fecha 4 de octubre de 2016– al que ha tenido acceso este periódico.
A pesar de los comentarios en distintos foros y reuniones sobre la recuperación de las inversiones realizadas, de manera individual, en estos bloques en evidente estado de deterioro, hasta el momento nadie tiene constancia de que alguien haya cobrado de la aseguradora. Es decir, que el caso llevado por ‘Alonso Hiecke’ es el primero, sobre papel, en rescatar su capital. Después de años de gestiones y pleitos alguien puede afirmar, verídicamente, que ha cobrado.
Una puerta que se abre al resto de ciudadanos que decidieron hacerse con una de estas viviendas en Huerta Téllez y lamentan que, a estas alturas, se encuentran en un callejón sin salida. El mismo despacho que representa a la afortunada se ocupa de los intereses de en torno a una decena de casos en distintos estadios del procedimiento.
La obtención del dinero adelantado conlleva la renuncia de la vivienda. Un desistimiento incluso gratificante dado el estado de deterioro, y de devaluación tanto por el tiempo que permanecen cerrados y los desperfectos sufridos, en el que están sumidos los pisos. Los afectados por el bloqueo de la promoción se cuentan por decenas y aún continúan angustiados por el devenir de sus casas.