Alicia Morales es una ceutí que actualmente reside
en Algeciras. La tarde de este lunes
presentará su novela ‘Entre el olvido y la memoria. Improntas sepias de Ceuta’ en el Centro Cultural
Estación del Ferrocarril a las 19:30 horas.
Cabe destacar que el punto de partida y el final de la novela es ese lugar, lo que hará aún más especial la presentación. Además, contará con la presencia de Juanjo Coronado, encargado de presentar a la autora.
¿Sobre qué trata esta novela?Es la historia de dos familias que se entrelazan en Ceuta. Una es autóctona de aquí, de toda la vida, y otra viene del sur, Andalucía, como muchos colonos que vinieron. La novela ocurre durante varias décadas, desde 1921 hasta 1952, en las que ocurren muchas cosas, como la dictadura de Primo de Rivera, la restauración, la segunda república...
Todo eso va contando desde el punto de vista de gente sencilla. Intenta ser novela histórica ceutí a través de historias normales del día a día. Se cuentan las huelgas, lo que fueron los ateneos libertarios ceutíes, los carnavales de aquella época, lo que supuso el Socorro Rojo, los topos que se escondían, la división azul,...
"He intentado ser real, honesta, muy honesta, pero la historia siempre es subjetiva"
¿Podríamos decir que es una historia real? Sí, yo he intentado que sea real, honesta, muy honesta, pero la historia es subjetiva. Cuando se escribe, escribes con el corazón y siempre tiendes a un lado u otro. No soy objetiva pero sí honesta con la parte de la historia que creo que es verdad porque la historia tiene muchas lecturas. Yo lo cuento desde el punto de vista de como yo la he leído, como yo la he estudiado y como a mí me lo han contando.
¿Qué le llevó a interesarse por la novela histórica? Yo quería contar la historia de gente de Ceuta común, de gente corriente a la que le pasan cosas corrientes, no grandes héroes. Gente que luchaba en el día a día para poder comer, por ocultarse o por trapichear un poco por las cartillas de racionamiento. Yo quería contar la historia de la gente pequeña que hace cosas grandes o que hace cosas pequeñas y se convierten en grandes.
¿Se ha documentado para escribir esta novela? ¿Cuánto tiempo le ha llevado? Sí, prácticamente he tardado dos años. Escribía, tenía que documentarme, estuve buscando en muchos sitios y también me ha ayudado la hemeroteca de El Faro.
"A la hora de escribir puedo decir todo aquello que me cuesta mucho más trabajo decirlo de palabra"
¿Sigue alguna rutina a la hora de ponerse a escribir? Sí, opino que escribir es un oficio entonces tienes que sentarte todos los días, durante cuatro o cinco horas, y ponerte a escribir, a documentarte o a prepararte. Realmente, si no lo haces, la inspiración no viene de pronto. Tienes que ponerte y una vez que estás puedes escribir mejor, peor, vas corrigiendo...
¿Está inmersa en algún nuevo proyecto literario? Sí, pero no puedo contar nada. Tengo proyectos, quiero seguir escribiendo. Es lo que me mantiene bien.
¿Qué significa para usted ponerse a escribir? Ponerme a escribir es comunicarme.Yo escribo mejor que hablo. Soy una persona muy tímida. A la hora de escribir puedo decir todo aquello que me cuesta mucho más trabajo decirlo de palabra. Es una manera incluso de analizar mejor mis emociones y verme de distintas perspectivas como distintos son los personajes. Yo escribo desde siempre.
"La historia que yo cuento le ha pasado a nuestros abuelos, a nuestros padres. Se verán muy implicados"
¿Por qué será esta presentación en la Estación del Ferrocarril? Yo quería que fuera ahí porque es una idea romántica. Es su casa, es allí donde nació el libro.
¿Un mensaje para invitar a los ceutíes? Yo creo que será muy bonito. Es nuestra historia pequeña, la historia de todos los días, de la gente que vivía aquí e iba saliendo adelante como podía.
La historia que yo cuento le ha pasado a los abuelos, a los padres... a montones de gente y se verán muy implicados con lo que les contaban sus abuelos.