Cuando parecía que la I Conferencia Política de Caballas, el primer acto que las bases de UDCE y el PSPC compartían sin ninguna cita electoral en el horizonte, terminaría sin salirse de los raíles de lo previsible, Ali decidió hablar y decir cosas. Confesó que su esposa viene reprochándole desde hace un tiempo que habla poco en este tipo de actos y argumentó que es difícil hacerlo sin aburrir o redundar cuando siempre te toca poner el epílogo. Ayer, sin embargo, con toda la legitimidad de quien se hizo con el liderazgo de la oposición siendo un joven musulmán muy joven y diez años después (“quién lo iba a decir...”) no ha dejado todavía de serlo, reconoció por primera vez que “quizá” su partido, la UDCE, se “inclinó demasiado” hacia una comunidad religiosa en sus inicios.
En 2007 tocó techo y el año pasado perdió algunos votos, pero como quien defiende que hay un valor supremo en el juego por encima de la victoria, anunció que no habrá marcha atrás en el proyecto “intercultural” e “igualitario” que representa Caballas.
“Debemos dar un paso, no tener miedo a defender nuestras ideas, orillar el reproche del racismo ante cualquier ofensa como coartada y motor de nuestro proyecto político y hacer que primen las ideas”, pidió Ali, “lograr que contrapongamos proyectos políticos y no religiones para distinguirnos todavía más de quienes no reconocen a una parte de los ceutíes como ciudadanos españoles, democráticos e integrados”.
Esa es la idea, aseguró, que le “inyecta moral” para seguir al frente de una coalición que le refrendó por aclamación como nuevo coordinador general de su nueva estructura directiva, formada previo consenso de las Ejecutivas de ambos partidos por quince personas sin grandes sorpresas.
Antes que Ali, durante la hora que duró el acto político, pasaron ante el micrófono Juan Luis Aróstegui, José Antonio Saiz, Fatima Hamed, Mohamed Mustafa, Emilio Postigo y Nayat Mohamed.
A cada uno le tocó un breve papel. Al primero, reafirmar el “orgullo” que siente por lo que ha caminado el proyecto germinado hace dos años pese a los “brutales ataques” recibidos del PP.
A los tres siguientes, exponer el nuevo modelo organizativo (con vocación “abierta” y “asamblearia”), de relación con la sociedad (con guiños específicos al colectivo de jóvenes y mujeres) y de estrategia política: “Seremos duros e inflexibles fiscalizando pero proclives al consenso y al diálogo”.
Los líderes de Jóvenes Caballas completaron la ronda de intervenciones, en las que no faltó ni en uno solo de los ponentes la referencia fraternal, todos iguales, todos a una, con la que quieren convertirse en ejemplo de lo que puede y debe ser, opinan, la Ceuta del futuro.
Las Claves
Comisión Permanente
La integran, con Ali como líder en calidad de coordinador general, Abbas Mohamed, Fatima Hamed, Ivan Chaves, Hadduch Ahmed, Halil Mohamed, José Antonio Saiz, Juan Luis Aróstegui, Mohamed Mohamed, Mohamed Mustafa, Mohamedi Abdelkader Maanan, Samra Mohamed, Toño campoamor, Nayat Mohamed y Emilio Postigo.
El primer paso común
La Conferencia Política de ayer fue el primer acto conjunto de las bases fuera de marco electoral.
Una Ceuta “igualitaria”
El “irrenunciable” objetivo de la formación es “lograr una ciudad más igualitaria por el bien de las generaciones venideras”.
Más voz para las bases
Caballas ha acordado convocar una vez al mes una asamblea informativa en la que “se someterá a la consideración de los afiliados la gestión diaria de la coalición”.
Sectores a atraer
La coalición quiere atraer a la juventud, a quienes “se acercan al Gobierno buscando soluciones individuales” y a “quienes por su ideología y ética son más proclives a romper clichés”.