No es la primera vez que nos hacemos eco de un problema que nuestro particular ángel de la guarda caballa, hace que no muestre su cara más grave.
Tampoco somos los primeros que tratamos este tema ya que, hasta a nivel político, se han intentado tomar cartas en el asunto, sin mucho éxito por lo que seguimos viendo por nuestras calles.
Ir en moto detrás de algunos vehículos con matrícula de Marruecos es un verdadero peligro (ojo, digo “algunos” porque no son todos, cuando vamos detrás de un Porsche Cayenne de 100.000 euros procedente del sur del vecino país, la cosa cambia).
Además, los que vienen a Ceuta en ese tipo de vehículos de lujo, lo hacen para dejar aquí parte de su dinero en compras y servicios y eso siempre es bienvenido en esta ciudad.
El peligro aparece cuando nos encontramos con vehículos que, al frenar, ponen en evidencia que no tienen las luces traseras reglamentarias, aumentando el riesgo de perder los dientes al motero que vaya detrás.
Es un peligro cuando hace 150 años que no pasan una ITV (no sé si en Marruecos se llama igual) o cuando utilizan 2 Cd’s, pegados con cinta adhesiva, a modo de espejos retrovisores.
También son peligrosos cuando tienen tan levantados los amortiguadores traseros, que parece que están a punto de saltar por encima del coche de delante, o cuando un tío con cara de haberse sacado el carnet en las montañas de Afganistán saca la mano por la ventanilla, a modo de intermitente de última generación.
En definitiva, los coches procedentes de Marruecos con estas y otras deficiencias son peligrosos y no deberían tener permitido el tránsito por nuestras carreteras.
Es tan simple como hacer que se cumpla la ley del país en el que estamos: España.
¿Acaso a los ciudadanos de Ceuta se nos permitiría conducir utilizando vehículos de las citadas características? ¿Nos eximirían de pasar ITV’s, pagar seguros, tener carnet homologados y vigentes, cumplir las normas de circulación, etc.? ¿A que no?.
¿Por qué a ellos si?.