La Ciudad mantiene abiertas las puertas de siete colegios públicos durante todo el verano para atender la demanda de familias sin recursos. Lo que nació como un proyecto piloto, algo experimental, se ha terminado asentando constituyendo una oferta a tener en cuenta y que supone el reflejo de un esfuerzo que tiene sus frutos. Cuando las cosas no funcionan merece su crítica, pero en este caso, no caben más que mensajes positivos en cuanto a la atención que se está prestando a muchas familias ceutíes, ofreciéndoles actividades para los niños y lo más fundamental, el servicio de comida y merienda, garantizando el sustento a los menores. El programa ha arrancado con algo más de 500 beneficiarios, contando con el personal que aporta el Ministerio en base al convenio que tiene con la Ciudad Autónoma. Lo que se ofrece es algo más que un comedor, algo más que un colegio, porque se ofrece el apoyo y la atención que necesitan muchos escolares que, de otra forma, no podrían pasar un verano con las necesidades cubiertas como sí lo tienen otros niños. Y en esa lucha contra la pobreza y la exclusión se enmarca este proyecto que busca estimular a los pequeños y, sobre todo, atajar y cortar esas diferencias o esa merma de oportunidades. La apuesta que comenzó hace unos años constituyó todo un acierto y es en esta línea en la que hay que trabajar para evitar que muchas familias sufran unas situaciones que repercuten en la vida de sus hijos.
La edición del Boletín Oficial de la Ciudad de Ceuta (BOCCE) de este martes 8…
Seis países europeos e Interpol aúnan esfuerzos para resolver 46 casos de mujeres sin identificar,…
La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha dictado una sentencia de interés para…
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha puesto punto…
Las asociaciones y sindicatos de Guardia Civil y Policía se transforman en un particular llavero…
A lo largo de mi vida laboral son muchas las anécdotas que me han pasado,…