Akilino Etxarri, un trotamundos del fútbol

El Ceuta ha vivido distintos ascensos en variadas circunstancias pero algunos han quedado grabados a fuego en la retina de los caballas. Así fue con el que se produjo hace 25 años que constituyó una hazaña que todavía se recuerda. Fue el ascenso de un equipo que estaba desaparecido pero que volvió a lo grande. En la primera temporada no fue posible, pero en la segunda se logró a base de pundonor, buen fútbol y una afición volcada desde el primer minuto de la temporada.

Uno de aquellos jugadores que participó en esta machada fue Akilino Etxarri Olloquiegui. Un jugador diferente, de los del norte, que supo desde el primer minuto meterse en el bolsillo a los espectadores ceutíes. Etxarri era una persona muy cercana y con mucho pundonor cuando estaba sobre el césped del ‘Alfonso Murube’, algo que la afición supo calar desde el primer minuto para darle el reconocimiento que merecía.

El Faro ha contactado con él para hablar de su carrera y de fútbol, de ese deporte que le encantaba “desde pequeño” ya que, como él mismo señala, estaba “todo el día con el balón, dormía con él”.

Como cualquier chaval empezó en su pueblo, Pasajes, pero poco a poco fue evolucionando en el mundo del fútbol. Era un centrocampista de los de toda la vida, el clásico ‘6’ que todo entrenador quiere tener en su conjunto. “Empecé jugando en el equipo de mi pueblo. En juveniles me fichó el Añorga, un equipo de San Sebastián, que era después de la Real Sociedad el mejor en juveniles. Fui evolucionando y me fichó la Real, que para cualquier niño era un sueño. Allí estuve durante tres años. Incluso en la última temporada realicé la pretemporada con el primer equipo”, apostilla.

Después fue un trotamundos de nuestro fútbol, pasó por muchos equipos, entre ellos el Ceuta, y en todos dejó un buen sabor de boca. Empezó siendo un niño y se retiró a los 36 años. Toda una vida ligada al fútbol, su pasión, y por la cual entrenaba día y noche para poder disfrutar de esta práctica deportiva.

“Después de mi etapa en la Real Sociedad, fiché por el Eibar, Tomelloso, Valencia, Real Murcia, Pontevedra, Castellón, Ceuta... y terminé mi carrera en el Real Unión de Irún. Aproximadamente pude disputar más de 500 partidos, ya que empecé con solo 18 añitos y acabé mi carrera deportiva con 36. Fue una experiencia que la recuerdo con gran cariño porque fui muy feliz”, señala.

La etapa que estuvo vinculado al club caballa, Etxarri la tiene “como maravillosa”. Un año de muchos recuerdos que jamás olvidará al igual que la afición ceutí.

“Mi fichaje con el Ceuta se realiza porque tenía a un gran amigo que jugaba allí, Luis Garmendia, y es el que me aconsejó que fichara por el Ceuta, porque se estaba muy bien e iba ser un gran oportunidad para mí. Le hice caso y la verdad que fue todo un acierto. Disfruté muchísimo ya que fue un año increíble, de esos que jamás olvidas. Recuerdo cómo la ciudad estaba volcada con el equipo y la verdad es que contábamos esa temporada con grandes jugadores”.

En la vida deportiva de Etxarri hay muchas personas que le han marcado ya que han sido todo un ejemplo para él. Entre esas personas ha destacado a grandes entrenadores y sobre todo hombres que le definieron el camino a seguir tantas temporadas en el fútbol. Entre ellos recuerda con gran cariño a Javier Expósito, Guus Hidink, Álvaro Pérez y Javier Zubillaga.

Este jugador diferente, de los que quedan en la retina de los aficionados, ha terminado haciendo historia en el Ceuta dejando su nombre para siempre.

Recuerda a Ceuta "con cariño"

En la actualidad, Etxarri es delegado comercial de la marca deportiva Errea. Una empresa italiana que se dedica a vestir a diferentes equipos y sobre todo se mueve por el País Vasco. El exjugador del Ceuta recuerda la tierra con mucho cariño y, a pesar de los muchos kilómetros que le separan de nuestra ciudad, sigue el día a día de nuestro equipo y es un forofo más de los caballas.

“Ceuta es una ciudad llena de contrastes y la verdad es que viví genial. Pasé dos años muy buenos y todos los recuerdos que tengo son positivos de la ciudad. A pesar de la distancia sigo el equipo día a día y aunque esté en puesto de descenso, el equipo llega lanzado buscando la salvación. Solo deseo de corazón que consiga la permanencia”, explica en esta entrevista con el periódico.

Hace tiempo que no regresa a Ceuta, pero eso no le hace olvidarse de una ciudad en la que estuvo muy feliz y en la que dejó a grandes amigos.

Etxarri ha sido un jugador que siempre marcó la diferencia en el campo pero sobre todo por su espíritu de superación.

El fútbol ha cambiado

Del fútbol actual al que jugó Etxarri ha habido cambios. Ahora todo es mucho más físico y quizás se haya perdido algo de técnica por jugadores con mejor preparación física. Atrás queda en el recuerdo esos jugadores con poca corpulencia pero que destacaban por su habilidad. Además se hace pormenorizado un seguimiento a todos los clubes, en la que la figura del scouting se ha convertido en pieza clave.

“La mayor diferencia es la preparación que hay en el fútbol actual en todos los sentidos al que había cuando yo jugaba. Todo se ha profesionalizado mucho más y eso hace que los partidos sean más técnicos. Hay un seguimiento a todos los clubes para que todo esté muy estudiado. Creo que en nuestra época había mucha más garra, todo eso ahora ha cambiado para que los partidos sean más técnicos”, explica.

El jugador recuerda partidos donde se contaba con más faltas y ahora la técnica ha superado todos esos aspectos.

Valores

Akilino Etxarri ha llevado toda la vida ligada al mundo del fútbol donde ha acumulado más de 500 partidos y ha pasado por muchos equipos. Guarda con gran cariño su paso por el Ceuta y siempre fue un jugador que se hizo querer en todos los aspectos.