“Ahora se ve odio en los rostros”

La esposa de un guardia civil antidisturbios narra cómo es su vida en Cataluña

“Mi hijo no dice en el colegio que su padre es guardia civil, dice funcionario”

“Veo a mi marido que se va de casa a trabajar a diario y no sé qué va a pasar”

“Vivimos en un pueblo en el que es imposible ver una bandera de España. No está en el Ayuntamiento ni está en ninguna casa. Cuando fue el Mundial, mi hijo, de 12 años, quería apoyar a la Selección y colgó una bandera en el balcón. Entonces se formó una buena... la tuvimos que quitar”. Quien habla es la esposa de un componente de la Guardia Civil de antidisturbios. Reside en un pueblo de Cataluña, uno en el que se está viviendo de forma continua la fuerza de un nacionalismo que ha terminado por extender el odio entre vecinos, dividiendo incluso a familias. Los componentes de la Benemérita allí destinados lo están pasando francamente mal. Se les mira como apestados, con odio, como en los peores tiempos del País Vasco.
“Estamos preocupados. Aquí siempre ha habido nacionalismo pero ahora ha salido más a la calle, se ha llevado al extremo con la formación de estos partidos. Muchos catalanes se sienten españoles, son españoles, pero no dicen nada por temor. En los pueblos es peor porque todos se conocen, decir las cosas en voz alta es sufrirlas. Yo soy una mujer con mucha valentía, pero en estos tiempos no me atrevo a mostrar mi pensamiento. El ambiente se ha radicalizado mucho”, lamenta.
Ella, como los demás familiares de guardias civiles, son también víctimas directas de una situación tan extrema que ha puesto en alerta a todo el país. Tienen miedo, lo tienen por ellas mismas y por sus maridos. “Llevo años diciéndole a mi hijo que no diga en el colegio que su padre es guardia civil, que si le preguntan diga que es funcionario. Hasta ahora hemos convivido sin problemas, no se hablaba de política. Pero ahora el que no está a favor de la independencia es acusado de facha o antidemócrata. Antes mi marido sí salía con el uniforme de Guardia Civil a la calle, ahora no, porque ahora lo que se ve es odio, en los rostros se nota ese odio... y esto ha ido a más de una semana hacia aquí”, explica en una entrevista con El Faro.
“Hay policías nacionales que acudían a gimnasios y a los que se les ha dicho que no vayan más, que no son deseables. Fíjate una anécdota: el otro día mi marido me contó que acudió a un bar con otro compañero. Cuando entró, la gente empezó a golpear con sus cubiertos sobre la mesa... solo se escuchaba ese ruido. Antes se podía convivir, ahora ya es demasiado, es como si fuéramos apestados”, añade.
El sentimiento de esta mujer se extiende al de otras esposas de guardias civiles que están destinados en Cataluña, siendo una situación aún peor en los pueblos. “Con la educación llevan años enseñando a los niños que España es mala, que se porta muy mal con Cataluña. Hay dos asuntos básicos que repiten constantemente, España es mala porque roba a Cataluña y es mala porque reprime a Cataluña. Si preguntas que te argumenten por qué piensan esto y les dices que no es verdad, que eso no es cierto, ya no te saben replicar más”.
“Allí ya no existen escuelas de castellano-hablantes. Todo es catalán, yo por ejemplo quiero que mi hijo sepa catalán pero que acuda a un colegio de castellano en el que, si quieren, pongan unas horas de catalán. Pero no es así, es al revés”, lamenta.
La situación es cada vez peor para los guardias civiles destinados en Cataluña. Si lo es mala para los que han sido trasladados solo para este menester, se torna en peligrosa para los que allí residen, más aún cuando son de unidades antidisturbios. “Nos preguntamos cómo es posible que esta minoría haya podido con todo el país. La otra parte de la sociedad catalana no se levanta, es la única que puede hacer algo, pero si lo hace podría suceder algo increíble. La situación ha llegado a un punto en el que hay pueblos sin banderas y hay mucho miedo”, explica.
Los funcionarios de la Guardia Civil están solos. No entienden el papel jugado por los Mossos. “Ellos tenían la obligación de intervenir el domingo, dejando los colegios vacíos, pero no lo hicieron y la Guardia Civil y la Policía Nacional se encontraron con gente que había dormido el fin de semana. Es más fácil impedir que entren a tener que desalojarlos, todo se hizo a propósito para forzar las imágenes que se han visto, todo estaba buscado”.
Los familiares de los guardias civiles están molestos, se ponen en la piel de lo que les hubiera ocurrido a ellos de haber incurrido en una desobediencia. “A los Mossos les paga el Gobierno central, la Generalitat les paga solamente un suplemento. No me imagino a mi marido desobedeciendo una orden. ¿Por qué no se hace nada?”, cuestiona. Ahora lo que hay es una incertidumbre, “nos sentimos abandonados y solos. Veo a mi marido que sale a trabajar a diario y me pregunto qué va a pasar. Si a mí me agreden ¿qué hago?”.
“Nosotros vivimos dentro de la normalidad, a pesar de que muchos de nuestros amigos saben de la profesión que ejerce mi esposo no nos dicen nada que nos puedan perjudicar. Solo una persona y en petit comité me dijo una vez que tú sabes lo que yo quiero a tu marido, le conozco, es muy buena persona y no le gusta hacer esto, igual que a la Policía nuestra. La respuesta no se hizo de esperar por parte tanto mía, como cuando se lo conté a mi cónyuge. Mientras que una persona está vestida y está ejerciendo las funciones que les encomiendan sus mandos tanto directos como superiores, él no puede hacer esto si no que tendrá que hacer lo que le mandan. Esta persona desde entonces no me ha dicho nada en absoluto al respecto y tampoco me ha dado a entender sobre lo que me comentó”. El día a día
“Hay policías a los que tildan de no deseables” El testimonio de una mujer de un agente de la Guardia Civil que lleva años destinado en Cataluña y que es antidisturbios. Conforman una parte de testimonios que debe ser escuchada sobre lo que están pasando no solo los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sino también sus familiares más directos. La situación ha llegado a unos niveles que resultan complicados de soportar, hay no solo odio y rechazo sino también mucho miedo.

Entradas recientes

La ruta del Príncipe en autobús: el cambio que causa el vandalismo

El aviso se ha cumplido. El autobús que realiza la ruta hacia el Príncipe, en…

19/05/2024

Perita: "Supimos leer el partido cuando íbamos perdiendo"

El entrenador de la Agrupación Deportiva Ceuta B, 'Perita' compareció en rueda de prensa tras…

19/05/2024

Buenas sensaciones para el rubgy de Ceuta en el torneo de Sotogrande

El rubgy de Ceuta tiene mucha vida y recorrido y es que los pequeños de…

19/05/2024

Adil da esperanzas al Ceuta B en la eliminatoria contra el Lucena (1-1)

El Ceuta B comenzó el primer partido de las tres eliminatorias que tiene que pasar…

19/05/2024

Tánger se moviliza para liberar sus playas para la temporada estival

Las autoridades locales de Tánger lanzaron una amplia campaña para liberar los espacios de la…

19/05/2024

El Camoens B, campeón de liga y luchará por ascender a Segunda

El CD Camoens B se ha proclamado este domingo campeón de la Liga Femenina Senior…

19/05/2024