Este regreso de las lluvias en las previsiones meteorológicas en gran parte del territorio marroquí, ha aumentado el nivel de esperanza de los agricultores, que vieron que las precipitaciones de las últimas semanas, especialmente en marzo, pudieron evitar el desastre previsto a principios de año, cuando las lluvias tardaron en llegar y la cosecha se encontraba en peligro extremo. Sin embargo, este cambio en las condiciones meteorológicas ha contribuido a lograr un gran índice para la recolecta de cereal y trigo de la actual campaña. La mayoría de los agricultores marroquíes se encuentran satisfechos y más esperanzados por las precipitaciones que están por venir. Tras la sequía, los recursos acuíferos destinados al riego se habían mermado significativamente y esto había provocado malos presagios para la cosecha de los agricultores. La nueva situación también ha facilitado la actividad ganadera que había estado afectada durante los últimos meses debido a esta sequía de meses anteriores. Las lluvias han generado, asimismo, un aumento de la calidad de los cultivos de cereales, hortalizas, patatas, cebada y zanahorias, algo con lo que los pequeños comercios de Marruecos estaban teniendo problemas para su salida al consumidor, como consecuencia de su rápida recolecta y escasez de agua durante el proceso de maduración.
Previsión meteorológica favorable para el cultivo
La tarde de este viernes, el servicio meteorológico de Marruecos (DGM) ha anunciado una alerta naranja que prevé chubascos fuertes estimados en 25-40 mm con tormentas ocasionales entre la medianoche y la tarde del sábado en las provincias del noroeste e interior del país. También esta alerta naranja se avisa de que viene acompañada de fuertes ráfagas de viento, entre 70 y 85 km/h que arrastrará polvo en suspensión para toda la jornada de este sábado en las regiones del suroeste del país.