Agoreros

Un visitante trataba de explicar al Maestro cómo era su religión: . ¿Y qué significa eso?-, preguntó el maestro…
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-Creo poder adivinar-, dijo el maestro con su peculiar humor, -cuál fue, de entre todos los pueblos de la tierra, el que hizo tal descubrimiento-.
Anthony de Melo, en “Un minuto para el absurdo”, nos dejó esta cita parafraseando a todos aquellos que, desde su atalaya, aprovechan para lanzar sus flechas envenenadas apostados en la retaguardia de una guerra inexistente. Son esas personas que la quieren, la buscan, la distorsionan y la marean… son los defensores de lo indefendible, entes sin oficio que utilizan el “si señor” para lograr sus pantagruélicos objetivos.
Éste que escribe, pirata con pata de palo y sin un loro que le hable en francés, reconoce que tiene un “arcabúz” pero eso si… asegura que no tiene un tesoro escondido en ninguna orilla y que su pólvora está mojada. Su espada ve la luz cuando debe defenderse, nunca se escuda en el anonimato y menos aún, cuando el contrincante que insulta no tiene calidad lingüística. Porque según califica la Real Academia de la lengua, ser agorero es aquella persona que adjetiva a otras como seres que predicen males o desdichas, pesimistas, superticiosos… y claro, si hablé de Juan Carlos en mi anterior artículo y sin haber dicho cual era su apellido, parece ser que toda Ceuta sabe a quien me refiero. La realidad nos indica que escribir no es tarea fácil y más aún  cuando el referido lo hace en un medio muy visitado en estos tiempos de la nueva tecnología. Es posible que para él, se ajuste la cita de Miguel de Unamuno, cuando dijo: “Si no tienes enemigos, es que nunca dijiste la verdad ni amaste la justicia”. Hoy elaboro este artículo después de conocer que la AD. Ceuta no ha conseguido derrotar a su adversario. El equipo del San Roque ha jugado una tercera parte del partido con nueve jugadores y aún así se puso por delante en el marcador. Pero es curioso que en el transcurso de esta temporada, unicamente  me he referido al juego del equipo ceutí tras el encuentro del “Álvarez Claros”. Y lo podría haber hecho tras el horroroso partido jugado en Jumilla… y qué me dicen del regalo en forma de penalty con que nos obsequió el “reffere” del partido que se jugó en Lorca y que supuso el gol de la victoria.
Es inasumible el cambio de entrenador producido, no solo por la falta de respeto que supuso el relevo de Joao de Deus… es decir, el reseñado hace la pretemporada, arma un equipo nuevo, lo coloca arriba en la tabla, se enfrenta al Barcelona en la Copa del Rey y en ciertos encuentros, muestra su valentía mandando al equipo arriba cuando las condiciones no eran las más óptimas.
Y ya no cuenta en demasía la cuestión económica… ¡menuda utopía!... no contó demasiado cuando dirigió al equipo Ramón María Calderé, tan internacional como el actual entrenador y que como jugador, superaba a Goicoechea en todas las facetas… y si aquel costó 36000 euros, que importará si éste va a cobrar lo mismo o tres veces aquel numerito… Sr. Presidente de la Ciudad, ¿le importa a Usted este detalle?. O acaso cree, como yo, que lo sensato era haber dejado trabajar a De Deus, que lo empezó cuando el verano calentaba en todo su esplendor. No es de recibo llegar ahora después de que otro entrenador, haya aguantado los vaivenes de un equipo endeudado y destinado a la desaparición… claro, con normas sacadas de la chistera y amenazas sin nombre y apellidos, tenemos al candidato perfecto… mediocre futbolista y peor presidente.Esperaremos a que la auditoría de la anterior temporada llegue a ser cerrada… por supuesto, abogaremos en defensa de los jugadores que han denunciado al Club por impago… por favor, me pueden decir, ¿Son ocho, nueve o diez?... y muchos aficionados creyendo que el Ceuta era un equipo que se contoneaba en la veracidad y seriedad de sus cuentas.
A Don Juan Vivas le diré que tuvo la oportunidad de cambiar el signo de este devenir no agorero pero de malos augurios… Manuel Luque y el que suscribe ofrecían alternativas diferentes. Supongo y espero que reconozca que las cosas son así… ¡como aquí han sido narradas!.