“Somos humanos”, de nuevo este ha sido el grito que se ha podido escuchar este lunes en la plaza de Los Reyes de los
Transfronterizos frente a la
Delegación del Gobierno en Ceuta. Desde marzo de 2020 llevan atrapados en nuestra ciudad y en eso han hecho hincapié ya que han mostrado una
pancarta donde felicitaban a las administraciones las navidades, pero les recordaba que ellos llevan casi dos años sin poder celebrar nada con sus familiares. Rachida Jraifi, en nombre del grupo, ha explicado que después de casi 4 meses que llevan concentrándose aún esperan
la respuesta de la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, sobre las peticiones que le hicieron. Una situación de regularización que no llega y el desespero de estas personas es palpable.
Jraifi ha reconocido que muchos de sus compañeros se han jugado la vida en estas últimas semanas y han cruzado el Estrecho para buscar una solución que las administraciones de Ceuta le niegan. “Mis compañeros están hartos de esperar, están desesperados y muchos de ellos se han ido. Se han jugado la vida, ya que ellos nos están empujando a que lo hagamos en el Estrecho. No es normal que aquí no nos den ninguna solución, y allí una vez que llegan y encuentran trabajo ya tienen todos sus derechos. Pueden empadronarse, pueden arreglar sus papeles y aquí no podemos hacer nada”. Los transfronterizos vuelven a recordar que lo único que quieren es regularizar su situación. Asimismo han agradecido la ayuda prestada por diferentes organismos haciendo hincapié en los medios de comunicación. En una reunión reciente con el SEPE, no han encontrado las respuestas esperadas. “Hemos pedido cita con el SEPE, pero ellos nos dicen que no es un tema de ellos, que es de Extranjería. Entonces nos preguntamos quién lleva el tema laboral, estamos sufriendo una injusticia”.
Por último, los transfronterizos han señalado en estas fiestas navideñas que ellos llevan dos años sin poder pasar con sus familiares ninguna celebración, y lo peor de todo es que no saben hasta cuándo tendrán que esperar. “Vosotros estáis pasando las fiestas con vuestros familiares, y nosotros no podemos hacerlo y no sabemos hasta cuando. Eso no es justo, somos personas como vosotros. Los animales tienen más derechos que nosotros. Llevamos dos años encerrados aquí y los transfronterizos no hemos creado ningún problema, solo venimos a trabajar”.