La situación en la
frontera ha registrado este martes una nueva jornada de presión, con la acumulación de muchas más personas que querían acceder a Ceuta lo que ha provocado cierres intermitentes del paso con Marruecos. Tanto personas a pie como en vehículos querían cruzar movidos por el anuncio del próximo cierre del paso
Tarajal II y del inicio de las rebajas. Marroquíes que han conseguido pasar con su documentación en regla explican a El Faro que en el lado marroquí se han vivido las peores escenas, con golpes de calor debido a la acumulación de personas y con esperas interminables debido a que Marruecos mezclaba a todos los que querían pasar, sin discriminar a los trabajadores transfronterizos regularizados de los que no lo están o los que venían a adquirir sus compras con motivo de la campaña de rebajas. Esta presión ha llevado a cierres parciales de la frontera en el lado marroquí para evitar pequeñas avalanchas. La situación no apunta a una mejora debido al caos que impera en un filtro que separa dos países y que no funciona para responder con la celeridad debida.
Mayor presión en Marruecos
La acumulación de vehículos y personas se aprecia desde el lado español, tanto en Marruecos como en la zona conocida como el puente internacional. Los coches patera esperan el momento de pasar a Ceuta mezclados con los vecinos de la zona norte que vienen a comprar así como con los españoles que han cruzado a Marruecos y usan el paso del Tarajal para regresar a la Península. Desesperados, narran esperas de horas lo que no hace sino acrecentar la mala imagen de un paso tercermundista que la propia Delegación del Gobierno confía en mejorar con la puesta en marcha de la llamada frontera inteligente, cuyo funcionamiento inicial, a modo de pruebas, se ha señalado para este mismo mes de julio. Con este sistema habrá un reconocimiento facial de las personas que vienen, aunque queda por determinar el orden que tendrá que poner en Marruecos sus autoridades para que esto, realmente, sea un éxito.