La plaza de los Reyesse convirtió ayer en escenario de múltiples actividades que tenían algo en común: que salían de las manos de inmigrantes. Talleres de henna, fabricación de esponjas y pulseras o peinados se daban la mano con las canciones de la nueva maqueta de uno de los internos del CETI, las danzas y los coros. Había que festejar el Día Mundial del Refugiado y las distintas asociaciones incluidas bajo el paraguas de la EAPN además del CETI no tuvieron mejor idea que visibilizar las historias de quienes protagonizan esa jornada.
Junto a las muestras de artesanía del campamento, un stand en el que las velas que hacen subsaharianos que viven en Ceuta y en Rabat se mezclan con fotografías con escenas de sus periplos.
En goteo los ceutíes iban acercándose a los puestos para hablar con los inmigrantes o con los miembros de las oenegés que quisieron participar en esta jornada. El calor no frenaba ese interés por conocer a los demás o por saber algo de sus historias, en una jornada que, en esta ocasión, estuvo más cercana que otros años.
Mientras, más allá de Ceuta la jornada tenía otro tipo de celebraciones con la mirada puesta en los hundimientos de las embarcaciones que, cargadas de subsaharianos, intentan llegar a Europa escapando de las convulsiones del norte de África.
Hoy se continuará con las celebraciones, pero ya no en el centro sino en el lugar en donde a diario conviven los más de 500 inmigrantes censados en la ciudad: el CETI. A las 13.00 horas tendrá lugar la inauguración de la muestra que ha sido enviada por ACNUR sobre los campamentos de refugiados además de otro paralela con fotografías propias del Centro de Estancia Temporal de Ceuta cedidas por el fotógrafo de esta casa: Quino.