Es miércoles 27 de julio. Faltan tan solo 10 días para que la Patrona de Ceuta, la
Virgen de África, se encuentre con su pueblo tras dos largos años de ausencia en las calles por la situación sanitaria. Manolo Creo, capataz de la Patrona desde el año 2001 –más de dos décadas- , se enfrenta a un año especial, no sólo por la siempre esperada
procesión del 5 de agosto; también por la salida extraordinaria que tendrá lugar el próximo mes de noviembre para culminar los actos que se han organizado con motivo de la celebración del 75 aniversario de la Coronación Canónica de Santa María de África. Son cerca de las 22:00 horas y los alrededores de la
Catedral y el interior de la
Plaza de África sirven de escenario de ensayo.
Creo muestra su satisfacción por poder contar este año con una cuadrilla de 60 costaleros “al abrir este año las puertas a más cofrades bajo las trabajaderas”, señala. Es una forma de renovar y compartir esta noble tarea de portar a la Patrona, reuniendo a los costaleros veteranos con los más jóvenes, aunando la experiencia con la energía de la juventud, todos unidos bajo la misma fe y devoción. La idea surgió en la celebración del Corpus Christi, que fue cuando realizaron el llamamiento para la Patrona con un notable éxito: “Se podría decir que todas las hermandades y cofradías de Ceuta están representadas en la costalería de la Virgen de África”, señala el capataz, quien no deja de mencionar lo que denomina ‘equipo de capataces’, formado por nombres de sobra conocidos en el mundo cofrade, como Ángel Navarro, Arturo Fuentes, Mané Agustín o Ricardo Asensio.
Contar con nuevos costaleros ha conllevado una tarea adicional, pues se han tenido que compensar muchos aspectos además de la lógica altura y fuerza, de modo que algunas trabajaderas tendrán 9 relevos, mientras que otras 12. Aún están organizando los relevos, para saber dónde se realizarán y cómo, contando cada costalero con una tarjeta personalizada que indique esta información. Todos quieren llevar la Virgen de África y “queremos tener espacio para todos, y que todos tengan su momento para llevar a la Patrona sobre sus hombros”, añadió, “pero el trabajo de costalero no se aprende en un día y cada salida procesional es diferente a la anterior y ésta distinta a la próxima”, señala. Han sido dos los ensayos los que han podido realizar: el 22 y el 27 de julio, además de la ‘igualá’ del día 14. Todos, costaleros y capataces, se enfrentarán cargados ilusión y fe a la procesión del 5 de agosto, conscientes del trabajo y la responsabilidad que conlleva ser las piernas, las espaldas y los brazos que reúnen a la Patrona con su pueblo.