AEGC pide que se deje actuar a la Guardia Civil ante el “boicot” en el tráfico del bulto

• “Resulta inadmisible que no se haya permitido la práctica de detenciones”

El pasado viernes el Gobierno reconocía, por boca de su portavoz, la existencia de “mafias” y de “sabotaje” detrás del negocio del porteo, aludiendo al “boicot” ejercido por los vehículos patera para colapsar la frontera, como así ocurrió durante tres tardes y noches. La Asociación Española de la Guardia Civil (AEGC), que durante mucho tiempo ha denunciado estas prácticas, califica de “vergonzoso” que se ceda ante la presión de estas personas y que no se deje a la Guardia Civil actuar bajo criterios legales, lo que se tendría que haber traducido en la detención o denuncia de quienes colapsaron de manera premeditada la carretera nacional. “Es vergonzoso que reconociéndose públicamente lo que hay se esté cediendo ante estas personas. Resulta inadmisible que no se haya permitido la práctica de detenciones, en el caso de que hubieran sido españoles se les habría detenido o denunciado. ¿Qué pasaría si todos los días cortaran los españoles la Gran Vía durante horas pidiendo trabajo o cualquier otra pretensión sin autorización?”, cuestiona la asociación, que recoge el malestar existente en el seno de la Benemérita por lo que está ocurriendo, ya que se tendría que haber actuado de otra manera ante lo sucedido, habiéndose producido casos de porteadores que abandonaron los vehículos patera para evitar el tránsito y otros que se plantaron en la rotonda imposibilitando cualquier comunicación, lo que provocó el desplazamiento al lugar de los GRS que no llegaron a intervenir al recibir órdenes políticas de que no lo hicieran. El propio Jacob Hachuel reconoció que desde la Delegación del Gobierno se pidió que dispusiera grúas para llevarse vehículos que al final no fueron utilizadas. “Si los coches colapsan la frontera, se pone cepos a los vehículos y se ordena el auxilio de las grúas militares, deteniéndose a los que han causado el boicot a la frontera. Hay que proteger la integridad física y la vida de las personas que tratan de sobrevivir honradamente con este comercio y, por supuesto, la libre circulación de personas por nuestro país como regula la Constitución, pero es inadmisible que estemos en manos de mafias para decidir cuándo o no puede entrar o salir del territorio nacional”, manifiesta la asociación. “Si hace falta se tienen que emplear los medios y las fuerzas necesarias para proteger el bien común, pero no se puede estar una y otra vez tratando de convencer a las mafias que solo accederán cuando puedan hacer lo que quieren, cómo y cuándo quieren como ya ha denunciado AEGC en varias ocasiones”, denuncian en declaraciones a El Faro. “Uno se pregunta con qué cara denuncia un guardia civil a un ceutí por aparcar o llevar el coche en malas condiciones si no somos capaces de denunciar a unos extorsionadores que día a día ponen a prueba la legitimidad de la ley en nuestro país, circulando con vehículos en condiciones pésimas”, añade la asociación. Los GRS llegaron a estar preparados para actuar una de las noches de boicot pero recibieron la orden política de no hacerlo, saliendo al final todos los que colapsaron la frontera en dirección a Marruecos con sus cargas. “No se puede ceder ante esta gente, sobre todo cuando esta actuación delictiva e inmoral ha provocado la muerte de personas. No pueden estar los intereses económicos de las mafias por encima de la integridad física de la vida de hombres, mujeres, ancianos o minusválidos que tratan de buscarse la vida. Sobre todo porque esto que está pasando y reconocido por todos puede llegar a ser una prevaricación por dejación y no seremos los guardias civiles los que, una vez más, paguemos los trapos rotos de la incapacidad o falta de decisión de los que tienen la obligación por su cargo de poner los medios adecuados y suficientes para atajar definitivamente una situación como esta”, denuncia. AEGC pone el dedo en la llaga al advertir que esta falta de determinación está influyendo en los guardias civiles, “desmoralizándolos”, al igual que a otros agentes, “porque se ven sin fuerza moral para actuar en otros hechos, porque los ciudadanos se lo reprochan cada vez que intervenimos. No podemos caer en la indefinición de actuación como ya pasó con el narcotráfico y las planeadoras. O se ponen medios o vamos al caos absoluto”.