A golpe de sentencias los guardias civiles se van abriendo camino. Un camino que tienen recorrido otros funcionarios públicos que no tienen necesidad de acudir a los juzgados para conseguir que se te reconozca un derecho que está recogido en las distintas normativas. No hace mucho denunciábamos la sinrazón de que los guardias civiles no tuvieran derecho a disfrutar del permiso de hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario del familiar de consanguinidad o afinidad. Un derecho que disfrutaban todos los funcionarios públicos y todavía no disfrutábamos los guardias civiles. Fuimos los últimos en poder disfrutar un derecho que nos correspondía. Se consiguió, pero lo tuvimos que patalear. Esta misma semana AEGC informaba de otro éxito de nuestros servicios jurídicos por haber logrado una sentencia histórica que reconoce el derecho al permiso de adopción, guarda con fines de adopción o acogimiento a un compañero que había adoptado al hijo de su pareja. Histórica, porque aunque la Guardia Civil había decidido conculcar su derecho a disfrutar de los meses de permiso a los que TENÍA DERECHO con independencia de si el guardia convivía con antelación o no con la menor o si la petición de las dieciséis semanas de baja se solicitaron cuando el auto de adopción era ya firme, porque como afirma el juez en su sentencia la ley dice que “el cómputo del plazo se contará a elección del progenitor, a partir de la decisión administrativa de guarda con fines de adopción o acogimiento, o a partir de la resolución judicial por la que se constituya la adopción sin que en ningún caso un mismo menor pueda dar derecho a varios periodos de disfrute de este permiso”. Una sentencia que de camino da un tirón de orejas a la Guardia Civil, porque el magistrado ha llamado la atención a la Dirección General por su práctica NEGACIONISTA a cualquier petición de los guardias civiles lo que implica que para disfrutar de nuestros derechos tengamos que recurrir de manera sistemática a la justicia. Una práctica a la que tienen que acudir todos los años miles de guardias civiles que ven como sus peticiones son desestimadas. Peticiones como la compatibilidad de profesión que son desestimadas y posteriormente estimadas por los jueces.
El magistrado ha llamado la atención a la Dirección General por su práctica NEGACIONISTA a cualquier petición de los guardias civiles
Hay quien en su trayectoria profesional apuesta por la tan manida frase “si tiene razón que lo recurra”. Una frase que hace mucho daño a la Guardia Civil como Institución, porque fomenta una credibilidad poco gratificante hacia las normas internas de la Guardia Civil y ahonda en la necesidad de continuar luchando con muchas más energías en el derecho de sindicación de los guardias civiles y sus familias que ven como derechos que disfrutan otros funcionarios tenemos que pelearlos en los juzgados. Hace unos años y en plena democracia dos guardias civiles perdieron el destino en Ceuta porque sus esposas habían discutido en la Casa Cuartel. Los partes reflejaban que ninguno de los guardias civiles había intervenido en los hechos porque no se encontraban en el cuartel y, además, que ambos guardias se llevaban perfectamente. Nada de esto les sirvió para que fueran destinados a la península. Todo sucedió como relatamos y en una conversación entre compañeros en aquellos años de los fuertes; uno dijo: ¿eso no puede ser, es anticonstitucional?; otro, en este caso un mando que intentó en su momento mediar para evitar la sanción, respondió: ¡Si no es legal que recurra, eso fue lo que me dijeron! Quizás por estas cosas nacieron las asociaciones.