Opinión

Adrián y la esperanza

Ya quedan días para que esta carrera por etapas finalice. Los alumnos se han enfrentado a todo tipo de pruebas físicas, psicológicas, intelectuales y de resistencia: exámenes, evaluaciones, materias y profesores distintos, compañeros del grupo, conflictos, asignaturas que ha habido que remontar, recuperaciones, planificación del trabajo e incontables situaciones en las que se ha necesitado todo tipo de fuerza, valentía y coraje para salir adelante.

Este año he tutorizado a un grupo de alumnos de 2° de ESO y después de 34 años en la enseñanza reconozco lo complicado que ha sido estar en este terreno de juego con 26 adolescentes de 13 años; cada día era un reto, una aventura desconocida en la que me sentía inseguro después de estar toda mi vida en el mundo de la educación. Nunca me tocó trabajar con alumnos cuyos resultados académicos eran positivos pero su actitud en clase se manifestaba tan disruptiva en general que tenía la sensación de haber corrido la carrera de la Legión o haberme mimetizado en el ‘Forrest Gump’ de aquella película que nos contaba la historia de los Estados Unidos.

La filosofía que encierra Forrest es una inyección de inocencia, solidaridad y optimismo que sirve de vacuna contra la desorientación y el cinismo. Nunca tirar la toalla, luchar, superarse, no tener miedo, ser solidario e influir en gente desconfiada que es incapaz de ver los valores de una persona.

Pues así, hecho una piltrafa, salía del aula compartiendo las penas con el equipo educativo a los que tampoco les fue fácil ejercer la docencia.

Conforme avanzaba el curso me encontraba con la mirada de un chico que parecía decirme sin palabras: resiste, sigue, venga, no te quedes sin fuerza, lucha, equilibra tus debilidades y fortalezas; estoy contigo.

Y así, comenzamos un diálogo de gestos que luego se convirtió en palabras: charlas, vivencias, entrenamientos integrales haciendo hincapié en las estrategias para competir en el terreno de juego.

Adrián se convirtió en un entrenador imaginario que me iba indicando organigramas de acción reacción.

Conocí a sus padres y logré tener sobre Adrián una perspectiva humana que me ayudó a entrar en su mundo, un mundo imparable de emociones indescriptibles sazonadas y acompañadas del deporte como una forma de vida.

Gema, su madre, a la que tenido la suerte de conocer y compartir café en el bar ‘Las Balsas’ a las 7 de la mañana de lunes a viernes, me contaba que a su hijo siempre le había gustado el deporte; era una manera de controlar a ese otro niño inquieto que vive escondido en cada uno de nosotros.

A Adrián le encantaban los deportes y comienza a ir a la escuela de triatlón de Carracao.

Con una tierna firmeza me relataba Gema que su hijo empezó con ruedines en el triatlón y hasta hoy. Tiene un grupo de amigos muy bueno que se animan en todas las pruebas y salen juntos los fines de semana. Él compagina los estudios con resultados excelentes.

Adrián me explicó que los ruedines son una ruedas muy chicas que sirven para no caerse cuando empiezas desde alevín. En este deporte se hacen 3 kilómetros corriendo, 500 metros nadando y 8 km en bicicleta.

Con mucha vehemencia se decanta por correr. "La escuela de Carracao es una de la mejores con dos pedazos de entrenadores como Nabil y Gaitán, allí he estado desde los tres años".

Su meta es estudiar INEF y preparar oposiciones para la Policía Nacional combinando deporte y servicio público. "Mis padres son un ejemplo y un referente".

Piensa que a la hora de los estudios, perdemos mucho tiempo en tonterías y no nos centramos en lo importante.

Le gustaría que todo el mundo viera lo duro de la realidad del deporte que hacemos; para Ceuta el triatlón es un logro muy importante. Siempre hay recompensa en el sacrificio.

Adrián es una esperanza: esperanza en las nuevas generaciones, esperanza en hacer una revolución en los tiempos que corren, esperanza en la sinceridad, en la entrega, en los ideales de conseguir que la sociedad debe seguir funcionando como una carrera de postas: ahora les toca a ellos seguir corriendo, avanzando, construyendo el futuro que legarán a otros jóvenes que aún no han nacido.

Que nada se pare. Adrián y la esperanza.

Entradas recientes

El Campus de Saúl Olmo regresa en agosto, con su segunda semana

El Campus de Saúl Olmo regresará en el mes de agosto, después de no haber…

16/07/2024

Aurora Díaz-Rato Revuelta, nueva cónsul general de España en Tánger

La diplomática Aurora Díaz-Rato Revuelta (Madrid, 1957) ha sido nombrada nueva Cónsul General de España…

16/07/2024

Cinco ceutíes, subcampeones de rugby playa en el Puerto de Santa María

El pasado fin de semana se disputó el torneo de rugby playa en el Puerto…

16/07/2024

Cambios al frente de las iglesias de África y San Juan de Dios

La Diócesis de Cádiz y Ceuta ha dado a conocer este martes una serie de…

16/07/2024

Antonio Damián será el segundo entrenador del Puerto Atlético

El CD Puerto Atlético continúa anunciando el cuerpo técnico de cara al próximo campeonato de…

16/07/2024

MDyC advierte que las torres de detección de incendios en los montes "no funcionan"

El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) ha denunciado este lunes el estado…

16/07/2024