Siempre sucede lo mismo. Se repiten esos mensajes de ‘adopta, no compres’. Pero compran. Por qué lo hacen, no lo sé. La raza siempre tira para algunos. Llegan las navidades y la Protectora solicita adopciones porque tiene sus cheniles llenos, bloqueada por los abandonos y las camadas descontroladas.
Después llegarán tiempos peores, cuando los que consideran la mascota como un juguete terminan abandonándolo porque se dan cuenta de que no funciona a pilas.
Hace 10 años, tal día como hoy, mi familia decidió adoptar a Duke. Nunca nos hemos arrepentido de dar un hogar a aquel perro de nariz rosa, nervioso y asustado que ese mismo día en el que lo adoptamos cumplía 2 años.
Hoy ya no corre con la agilidad de antes, tampoco aguanta las vueltas al Hacho e incluso no calibra los saltos, pero sigue teniendo la misma cara de cachorro y ese sentimiento por proteger a su familia que le hace controlar a todos los miembros como si fuéramos su camada.
Yo adopté, no compré. Y no me arrepiento lo más mínimo. Duke fue una de las mejores decisiones que tomamos y lo único que me duele es el imperdonable paso del tiempo que termina mermando su vitalidad.
Los 12 años de Duke, los diez con nuestra familia, han sido un regalo. Como él, en aquella época, salieron más perros de esos cheniles que terminaron en hogares que supieron que dar ese paso lo era para siempre.
Adoptar, no comprar, es la única salida para terminar con ese negocio que acaba con perros maltratados.
Duke no es raza por papeles, para mí es el mejor. Duke no aparecerá en las listas de los preciados, para mí es único. Pero como les decía, en la vida hay quien sitúa la escala de valores según unos criterios absurdos y es capaz de evitar una subida a la Protectora donde hay decenas de animales buscando un hogar.
Duke cumple 12 años. Salió de Postigo para un hogar definitivo. Lo encontró y lo encontramos.
Parece que fue ayer cuando adoptaste a Duke y ya han pasado 10 años.
Diez años que Duke lleva siendo el perro más feliz del mundo, porque tiene la mejor familia que podía tener.
Tu nunca tuviste dudas, desde el principio lo tenías bien claro, la única opción válida era la adopción.
Ojalá todo el mundo pensase como vosotros, todo un ejemplo a seguir.