Se llama Adlan y es uno de los 21 inmigrantes que interceptó la Guardia Civil dentro de la embarcación de 'Ceuta on the sea' que fue robada en el puerto deportivo este pasado viernes. Se llevó la peor parte: está ingresado en el Hospital Universitario con graves daños en una de sus piernas al quedarse enganchado en la hélice. Postrado en la cama del Hospital Universitario, Adlan lanza un mensaje a través de El Faro de Ceuta, con el que quiere reflejar lo que está pasando la población migrante que quedó en nuestra ciudad tras la entrada masiva de mayo. Una población que ansía cruzar a la Península y que está siendo engañada por quienes hacen negocio con el tráfico de personas robando las embarcaciones que hay atracadas.
Adlan cuenta que en esa expedición que abortó la Benemérita, después de que el dueño de la embarcación alertara de que la habían robado, participaban varios inmigrantes de los que entraron en Ceuta durante la crisis alentada, provocada y auspiciada por Mohamed VI para desestabilizar Ceuta y marcar un chantaje directo a España. Él entró como muchos otros buscándose la vida. Le dijeron que una persona los podría llevar a la Península por cinco mil euros. "Quería subir y me caí, me cogió la hélice del motor. Ahora estoy en el médico, no sé qué es lo que me han hecho en la pierna, si me han puesto una barra de hierro por el daño que tenía... pero quiero agradecer a la población de Ceuta que me hayan ayudado después de todo lo que me ha ocurrido. Yo no quería quedarme en Ceuta, quería llegar hasta la Península", explica en este testimonio.
Adlan fue evacuado por el 061 al hospital, en donde ha quedado ingresado con lesiones graves en una de las piernas. El joven no sabe bien qué es lo que le han hecho, tampoco Ingesa informa sobre el detalle de dichas lesiones. La rápida intervención de los sanitarios posibilitó que se encuentre a salvo en el HUCE recuperándose. Ahora quiere visualizar con su mensaje esa otra parte de la historia que no se publica tanto en los medios de comunicación, la de las personas que habiendo llegado a Ceuta lo que quieren es salir y pasan por cuantiosos problemas y engaños durante un periplo complicado. Adlan cuenta que la persona que les llevaba "nos ha engañado", y al final "me he caído en la hélice del motor que estaba en marcha".
A diario se están produciendo intentos de salida de inmigrantes que son explotados por quienes, ahora mismo, están encontrando un negocio lucrativo a costa de jugar y negociar con la vida de estas personas.
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