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Casi 70 subsaharianos partieron ayer a la península después de haber permanecido desde mayo en el centro de estancia del Jaral
Nueva salida del CETI, nueva jornada de ilusiones entre quienes han conseguido su pase a la península. Esta vez han sido 69 los inmigrantes que han marchado y que han protagonizado escenas de abrazos, de despedidas marcadas de emoción, de besos… porque son muchos los meses que han estado juntos y demasiadas las experiencias vividas, algunas de ellas trágicas.
Ahora llegan momentos de esperanza, de cambios pero también de lucha. El futuro lo tienen delante y ellos lo saben. La estación marítima acogió ayer, de nuevo, las ya típicas escenas de despedida, esta vez entre inmigrantes que habían llegado a la ciudad entre los meses de mayo y junio pasados por distintas vías de entrada. Atrás dejan momentos duros, travesías en patera que pudieron terminar mal, saltos en la valla que causaron heridas. Pero éstas son historias que ya se pierden, que ya se olvidan, porque ahora lo que llegan son momentos de reencuentro con familiares que antes que ellos lograron el pase o con amigos que ya han conseguido desarrollar una vida al otro lado.
La salida de casi 70 subsaharianos es una de las más numerosas y con la misma se mantiene el nivel de ocupación del centro de estancia temporal en no más de 500. Las entradas que se están produciendo en los últimos meses son, en su mayoría, por vía marítima u ocultándose en el interior de vehículos que cruzan el paso del Tarajal con dobles fondos preparados para ello.