Adiós a un médico desde la cuna

De padre radiólogo y madre ginecóloga, Javier Prat no podía ser en el mundo otra cosa que médico. Aunque, eso sí, no hizo ni la especialidad de su padre, ni la de su madre, sino que escogió la Traumatología, desarrollando todos sus conocimientos, desde que finalizó la especialidad, en su ciudad natal, Ceuta.

Ayer, después de varios días luchando por seguir viviendo, dejó de existir a la edad de sesenta años. Durante varios días han sido muchos los ceutíes que se han interesado por su estado de salud, ya que su ingreso en la UCI se produjo de la noche a la mañana, sin que nadie lo esperara.
Prat vivió la Medicina desde que prácticamente vino al mundo. Estudió en el Colegio de San Agustín. Su casa familiar estaba muy cerca, justo al lado de donde se encuentra actualmente el Pub Dublín. Abandonó Ceuta solamente para hacer la carrera y la especialidad y nada más terminar regresó. Nos encontramos en esa época a mediados de la década de los setenta, por ser traumatólogo trabajó durante muchos años al lado de quien se podía decir que fue su maestro, el doctor Ballesteros. Toda una institución médica en nuestra ciudad, al igual que su progenitor, el doctor Rubén Prat. Conocía a Ballesteros desde que era pequeño y su primer lugar de trabajo fue, al igual que el Hospital de la Cruz Roja, la Clínica Nuestra Señora de los Ángeles, otro referente en el mundo de la Sanidad ceutí en los años sesenta y setenta.
Su propietario y director, el doctor Ballesteros, en la práctica, centraba allí gran parte de la Traumatología privada de nuestra ciudad y el joven doctor Javier Prat comenzó a dar allí sus primeros pasos en el mundo de la Medicina.
Luego, una vez que la misma se cierra y es vendida por parte de su propietario al Ayuntamiento de nuestra ciudad, su labor continúa en el antiguo Hospital de la Cruz Roja, viviendo luego la integración en el Instituto Nacional de la Salud. Javier Prat, durante casi treinta y cinco años de profesión, simultaneó su actividad en la Sanidad pública y también en la privada, en las diferentes clínicas que se fueron abriendo con posterioridad. Actualmente era jefe del Servicio de Traumatología en el Hospital Universitario
En muchas ocasiones han intentando contar con él para dar el salto a la gestión sanitaria, pero siempre prefirió quedarse al margen y centrarse en su especialidad. Donde no se negó fue, precisamente, a estar al frente del Colegio Oficial de Médicos de Ceuta, hasta que hace un par de años le sustituyó en el cargo la doctora Manuela Gómez.
La muerte, ayer, del médico Prat causó conmoción en la ciudad por cuanto era una persona muy querida, más allá del ámbito sanitario en donde además se le respetaba. El entierro tendrá lugar hoy, a partir de las doce y media de la mañana.