Adaptados a su nuevo hogar

Hace ya tres meses que los cinco monos de San Amaro fueron trasladados a su nuevo hogar: la reserva natural ‘AAP Primadomus’, en Alicante, donde conviven en semilibertad.

Los animales, de la especie macaca sylvanus, mono de Berbería o de Gibraltar, llegaron a su nuevo hogar el pasado 21 de octubre y, por ello, sus nuevos cuidadores los rebautizaron con los nombres de los protagonistas de la película ‘Regreso al futuro II’, al coincidir con la fecha del argumento del largometraje. Así McFly (el macho dominante y líder del grupo), Emmet, Delorian, Parker y Lorrein (dos machos y 3 hembras en total), pasaron a formar parte de esta gran familia en la que residen otras especies recuperadas de distintos puntos del territorio nacional.
Actualmente, el grupo acaba de finalizar el periodo de aislamiento de tres meses que deben superar todos los animales al llegar al centro, ya que los responsables de la entidad deben asegurarse que “su salud sea la adecuada, entre otras cosas porque a partir de ahora pueden ser socializados con otros individuos de Macaca sylvanus y, para ello, han de estar físicamente sanos y fuertes, pues las presentaciones con otros congéneres pueden ser muy estresantes”, explican fuentes de ‘AAP Primadomus’.
El grupo se encuentra bien, tranquilo y cohesionado después de estos meses de tranquilidad, sin estar expuestos a los visitantes del parque. “Su líder, McFly, ha resultado ser un buen jefe si no está sometido a estrés, atento a las necesidades del resto de miembros del grupo y dispuesto a corregir a sus compañeros cuando se comportan de forma inadecuada, que es lo que debe hacer un buen líder”, añaden.
De momento, los animales se encuentran a la espera de su ubicación definitiva en las instalaciones de la fundación, mientras que el Departamento de Cuidado Animal está valorando si el grupo será socializado con otros individuos rescatados por ‘AAP Primadomus’, aunque de momento no hay nada decidido. “Lo que necesitan es estar tranquilos y disfrutar de las instalaciones que tienen, sin, de momento, añadir nuevos estímulos a la ya, de por sí, cambiada vida”, concluyen desde la asociación.

Sus condiciones en San Amaro obligaban al traslado a una reserva

Las condiciones de los animales en el parque de San Amaro no eran las más adecuadas para esta especie, motivo por el que la Consejería de Sanidad optó por encontrar un lugar más adecuado donde los animales se encontraran en la situación más similar al de su hábitat natural. La mejor opción surgió con el traslado de los cinco macacos a ‘AAP Primadomus’, en la que podrían socializarse con otros de su especie.
Los cinco primates, que se trasladaron en octubre del pasado año, cuentan entre 15 y 5 años de edad y su estancia en San Amaro responde a decomisos de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Esta especie es agresiva y vive en jerarquía, con un macho dominante. Su agresividad es tal que meses antes de la decisión de su traslado, la manada terminó con la vida de una cría de pocas semanas, sin que sus cuidadores pudieran hacer nada por evitarlo.
El 20 de octubre comenzaba una nueva vida para estos animales. Las dos veterinarias de Sanidad Animal, junto a otros dos encargados de su cuidado, ponían manos a la obra para iniciar los preparativos del traslado hasta Alicante. Todo comenzaba con la sedación de los monos mediante disparos de cerbatanas para, posteriormente, instalarlos en las jaulas de la furgoneta que  ‘AAP Primadomus’ había trasladado hasta nuestra ciudad para el desplazamiento.
Casi tres horas duró esta intervención, que se complementó, una vez dormidos los animales, con una exploración completa para conocer el estado de cada animal, así como la recogida de muestras de sangre que fueron enviadas al nuevo centro de acogida de los animales. En nuestra ciudad, ya se constataron todas estas pruebas para descartar enfermedades como tuberculosis (una de las más graves), salmonelosis o yersinia.
Tras un largo viaje, el grupo llegó a la reserva donde pasaron a una primera sala en la que se observó su comportamiento y estado físico.
Posteriormente, los animales han tenido que superar unas 12 semanas de observación y adaptación, en las que, además de las pertinentes pruebas médicas, se ha estudiado su comportamiento, de cara a su ubicación definitiva en la reserva.
Su adaptación a un nuevo hábitat suele ser complicada ya que, dado que la  gran mayoría de estos macacos se han criado en hogares humanos desde edades muy tempranas, esto les ha llevado a perder sus habilidades sociales y a no poder convivir con otros de su misma especie. Es decir, pierden el comportamiento aprendido de sus progenitores y no son capaces de vivir en grupo, al  no saber siquier cómo comportarse.  
Esta especie, oriunda de Argelia y norte de África, ha sufrido un importante desceso de su población en los últimos 40 años, ya que en los años 70 existían 22.000 ejemplares en todo el mundo, mientra que actualmente la cifra ronda los 5.000.