Policía Nacional, Policía Local y Bomberos intervinieron ayer para acordonar una zona próxima al paso fronterizo del Tarajal, en la que suelen descansar los porteadores de mercancía ante el riesgo de desprendimiento de un muro a causa de filtraciones de agua. Los servicios de emergencias colocaron un vallado y dispusieron vigilancia frente al muro para evitar que los marroquíes se colocaran justo debajo. Se trata del muro situado en la parte izquierda de la zona fronteriza y sobre el que hay un requerimiento a la Ciudad de hace dos semanas para que se actúe de inmediato, teniendo en cuenta de que se pueden producir desprendimientos de algunas de sus partes.