Acciona dispara hasta un 100% los precios de residente en los días clave de la OPE

Acciona Trasmediterránea ha decidido rentabilizar al máximo el repunte de pasajeros y vehículos previsto para este fin de semana, considerado clave en la fase de retorno de la OPE.

Con las vacaciones de agosto a punto de agotarse para miles de ceutíes y la previsión de un considerable incremento en el tráfico a través del Estrecho, la naviera decidió ayer, por sorpresa, disparar las tarifas que aplica a los clientes que puedan demostrar su condición de residentes en la ciudad. La escalada es de tal magnitud que en la mayoría de los casos los precios llegan a incrementarse hasta un 100 por cien, duplicando el desembolso que cualquier viajero debía afrontar sólo 24 horas antes. Las tarifas de no residentes, sin embargo, quedan al margen y respetan las vigentes hasta ahora.
La orden, transmitida según ha podido conocer El Faro por un alto directivo de la compañía desplazado hasta Ceuta, tiene desde ayer su traducción en un serio perjuicio para el bolsillo familiar. En apenas  un día, por ejemplo, el precio que se ofertaba a un residente en la ciudad por acceder con su vehículo al Millenium 2  ha escalado desde los 92 hasta los 185 euros, un 101 por ciento más. Ese nuevo cuadro de tarifas aplicable a los billetes que expide la compañía era el que manejaban ya, durante toda la jornada del jueves, las agencias de viajes de ambos lados del Estrecho. “Nos han dicho que son las que van a estar vigentes durante los próximos días”, confirmaba ayer a este diario el responsable de una de ellas. “¿Por qué y cuánto puede durar? Cualquiera sabe, estamos ya acostumbrados a que hagan lo que les dé la gana”, ironizaba otro.
La desproporción en la subida de precios decretada por Acciona alcanza a todas las modalidades de trayectos. Un residente que pase por la taquilla con la intención de contratar una conexión de ida y vuelta a pie tendrá que desembolsar a partir de ahora 35 euros, superando la oferta de la competencia y convirtiéndose ya en la tarifa más cara de las tres compañías que operan en la ruta Ceuta-Algeciras. En el trayecto solo de ida tampoco hay mejores noticias: un pasajero que viaje con su vehículo soporta ahora un coste de 132,50 euros. La cifra es, paradojas, incluso superior al precio de ida y vuelta –dos trayectos en lugar de uno– que aplican Balearia y FRS, con las que se supone que Acciona debería competir en una banda de tarifas que desde ayer duplica. El billete de pasajero residente también se ha incrementado hasta los 17,50 euros.

Sólo 40,5 euros de diferencia
El incremento aprobado por la naviera es aún más sangrante si se establece la comparación entre los precios aplicables ahora a los viajeros residentes y no residentes. Al ser penalizados con el incremento solo los ceutíes, la brecha de casi el 50 por ciento que distanciaba a  ambos grupos se ha reducido tanto que entre los dos apenas distan ahora 40,5 euros en el caso de un pasajero con vehículo (185 los residentes y 225 los no residentes). Las tarifas publicadas ayer por la compañía en su página web, confirmadas por las agencias de viajes, disparaban el billete solo de ida de pasajero y vehículo a 132,50 euros, mientras que un peninsular abona 150 euros, sólo 18 euros más. Si se viaja sin vehículo, un trayecto simple sigue costando el doble a un no residente (35 euros frente a los 17,5 que debería afrontar un ceutí), pero en el caso de ida y vuelto las diferencias vuelven a menguar: los 35 euros que pagará un residente en taquilla son ya solo 52,50 si no se acredita el empadronamiento en la ciudad (por debajo de los 70 si la rebaja por residencia fuera realmente del 50 por ciento).
Las agencias de viajes coincidían ayer en intuir que esa escalada de precios, que penaliza a los residentes, podría desaparecer en unos días, cuando septiembre asome en el calendario. La web de Acciona indicaba ayer todo lo contrario: un billete ese mes, e incluso con fecha de octubre, seguía cotizando a precio de oro.

Una medida legal, pero que Delegación considera “impúdica”

En un mercado abierto a la competencia y con un contrato de interés público desierto en su última convocatoria y a la espera de la concreción definitiva del nuevo, Acciona Trasmediterránea no incurriría en ninguna ilegalidad con su decisión de disparar al alza los precios. En teoría cualquier empresa está legitimada y tiene las manos libres para fijar las tarifas –oscilaciones incluidas en función de sus intereses y del calendario– de los servicios prestados. Lo anterior admite un pequeño-gran matiz: el transporte a través del Estrecho, más ahora que la conexión aérea vuelve a ser inexistente, es la única salida hacia la Península para los ceutíes, de ahí que la política de precios que aplican las navieras debería guiarse no solo por criterios de rentabilidad económica sino también de servicio público. Se viaja por placer, pero también por obligación, y los bolsillos no andan sobrados para afrontar incrementos cercanos o superiores al 100 por cien. Eso es al menos lo que se interpreta desde la Delegación del Gobierno. Fuentes de la Administración central en la ciudad tacharon ayer de “cuanto menos impúdica” la decisión de Acciona Trasmediterránea de elevar de forma desorbitada sus tarifas, más aún en plena fase punta de la OPE.

Brecha con la competencia y menos conexiones ya en Melilla

Las nuevas tarifas en vigor de Acciona abren ahora una brecha con la competencia. Si es posible viajar a bordo de los ferrys de Balearia y FRS por unos 90 euros (un pasajero y un vehículo con billete de residente) e incluso por 60 (en el caso de Balearia, la salida de las 6:00 de la mañana), la propuesta de Acciona se dispara sin embargo hasta el escalón de los 185 euros. La naviera ya había reducido de forma considerable el número de conexiones con Algeciras, siendo ya la que menos trayectos realiza de las tres que comunican con la Península. Algo parecido ocurre en Melilla, donde Acciona ha menguado el número de rotaciones con Almería. No navegará, por ejemplo, hacia el puerto andaluz los sábados desde octubre, ni en sentido inverso los domingos.