Mientras Capitanía Marítima sigue con los informes derivados
del vertido de cinco toneladas de fuel causado por el buque ganadero 'Holstein Express', llega el momento de valorar el desastre medioambiental causado por uno de los vertidos más importantes y graves ocurridos en Ceuta. Capitanía ya ha trasladado a los responsables del buque que deberán abonar una fianza de 370.000 euros, porque a la dictada por el vertido (250.000) se le añaden los 120.000 euros que suponen las labores de limpieza que se están llevando a cabo desde el mismo viernes. Es una cifra estimativa que podría aumentar y que de no abonarse impide al buque seguir con su ruta prevista.
El presidente de la
asociación Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, ha advertido de los peligros derivados de las operaciones de bunkering, durante las cuales se produjo este accidente. “El bunkering es una actividad peligrosa no es nada inocua como se ve. Con los protocolos actuales exigidos por la normativa internacional, europea y nacional no se evita que se puedan producir accidentes con consecuencias”, ha reconocido en declaraciones a este periódico.
Pérez Rivera alerta sobre las consecuencias de hacer este tipo de operaciones en mar abierto. El hecho de que el accidente se haya producido en la dársena portuaria aminora, dentro de lo que cabe, el impacto negativo.
“Siempre hemos dicho que de tener que compatibilizar esta actividad con el cuidado del medio ambiente, apostamos porque se haga en ámbito cerrado. No es lo mismo aislar un vertido en una zona con altos niveles de contaminación por la propia actividad del puerto”, ha reseñado.
“Esto nos da la razón en cuanto a la necesidad de limitar al máximo, por no decir prohibir, cualquier actividad de bunkering en zonas colindantes a espacios protegidos”, ha insistido Pérez Rivera. Y espacios protegidos son, precisamente, muchos puntos de la costa de Ceuta que se erigen en zonas sensibles que pueden tener daños desastrosos.
Septem Nostra alerta de unas prácticas que se están consintiendo y que trae a colación después de producirse este desastre focalizado en el muelle Alfau. “Nos preocupa”, advierte Pérez Rivera, “cómo se usa la bahía sur por barcos procedentes de puertos del Tánger-Med que usan el fondeo para estas operaciones sin ningún control de las autoridades de Ceuta o de Europa. Esto no se puede permitir. Un vertido similar al que ha pasado en el Muelle Alfau, pero en la bahía, puede tener consecuencias gravísimas para el presente y el futuro de Ceuta”.
Ahora solo toca esperar. Septem Nostra confía en los resultados de la investigación ya abierta y en la concreción de las causas para la adopción de las medidas necesarias. Urge detallar qué ha pasado, qué pudo fallar y hasta dónde llegan las negligencias para que el responsable asuma la sanción correspondiente y el coste de la limpieza o de las labores para la recuperación de la parte afectada del puerto.
“Esto debe ‘servir’ para aprender sobre qué protocolos han fallado, porque algo ha fallado en los procedimientos”, indica Pérez Rivera que aprovecha para hacer la oportuna reflexión: “El bunkering no está exento de peligro. Estas actividades no se deben hacer fuera del ámbito de la dársena portuaria” ya que las labores de limpieza posteriores serían muchísimo más complicadas y las consecuencias gravísimas.
Durante toda la jornada de ayer continuaron los trabajos de limpieza concentrados en el punto en donde se produjo el abastecimiento de combustible.