Diez minutos. Este es el tiempo estimado que han tardado este miércoles los servicios de emergencia en acudir hasta el helipuerto civil, donde se desarrolló un simulacro de accidente de helicóptero privado con caída al mar, un ejercicio con el que AENA prueba en Ceuta cada dos años la efectividad de su plan de autoprotección del helipuerto. Su director, Julián Torres, recuerda que se trata de un tipo de ejercicio de gran magnitud y que “involucra” tanto a medios externos como internos.
La simulación no podía ser más catastrófica.Un helicóptero privado con cuatro ocupantes cae al mar al intentar un amerizaje de emergencia tras una indisposición del piloto. Como consecuencia del accidente se registran cuatro heridos de diversa consideración, uno de ellos grave. A partir de ahí, el examen a todos los servicios. “Ahora tenemos que evaluar si los tiempos han sido los correctos”, subraya Torres. El ejercicio ha pretendido reproducir con verosimilitud las consecuencias de un accidente aéreo para evaluar los tiempos de respuesta. “Las asistencias externas han tardado diez minutos, pero los tiempos de reacción del personal han sido de apenas dos”, explica Torres. Por su parte, el responsable del Área de Coordinación de Emergencias (ARCE) de la Ciudad, Alejandro Vargas Machuca, Alejandro Vargas Machuca, explicó que con este tipo de ejercicios se activa no solo el plan interior del helipuerto sino los protocolos de otros organismos públicos como el Puerto, la Ciudad Autónoma o la Capitanía Marítima.
En el simulacro han colaborado además del personal de Aena en el Helipuerto de Ceuta, han participado los medios externos involucrados en el Plan de Autoprotección: unidades de Protección Civil de la Ciudad, Autoridad Portuaria, Capitanía Marítima, SASEMAR, Servicio Marítimo de la Guardia Civil, Cruz Roja, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la colaboración de INAER. Dentro de la unidad de Protección Civil de la Ciudad se incluye el Servicio de Bomberos, servicios sanitarios y Policía Local.. Recuerda Vargas Machuca que en los simulacros la dotación que acude es la que está avisada, “pero en situaciones reales quienes acudimos somos todos los que estamos disponibles, muchos más siempre que en los supuestos”.
“El personal está adiestrado para las emergencias” La práctica se enmarca de conformidad con las disposiciones de la Orden FOM 2086/2011, que regula un procedimiento para la planificación, realización y evaluación de simulacros. La finalidad del ejercicio ha sido la coordinación de agentes internos y externos implicados en un accidente aéreo para comprobar que el personal que tuviera que acudir ante una situación real estuviera perfectamente adiestrado. “En situaciones de emergencia todos tenemos una función asignada”, recuerda Vargas Machuca.