Tan solo 48 horas de que finalizara la última de las sesiones seguidas en el Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta, la jueza titular ha dictado sentencia absolutoria para los tres acusados de un delito de homicidio imprudente grave por su presunta responsabilidad en el fallecimiento del bombero Marco Antonio Navas, ocurrido en abril de 2009.
Los tres, el exjefe de Bomberos, un sargento y otro agente que participó en la inmersión en la que murió Navas, estaban acusados por la Fiscalía y Acusación Particular, que pidieron penas de 2 años, la primera, y 4 la segunda, extensible además en forma de indemnización a la Ciudad Autónoma.
Tras diez años de la muerte de Navas, se ha podido celebrar esta semana el juicio repartido en dos sesiones. Los tres acusados se presentaron inocentes del delito que se les imputaba, una postura que ha dejado plasmada en sentencia su señoría, considerando que no cabe responsabilidad para ninguno de ellos.
Navas murió después de sumergirse a 40 metros de profundidad en la zona conocida como Las Preciadas. Su cuerpo fue localizado, horas después, por un buceador profesional. La forense determinó que habría muerto por una intoxicación ante una acumulación anómala de gases en la botella que uso. Por el contrario la Acusación sostuvo que se habría producido un laringoespasmo. El hecho es que no han quedado claras las causas de la muerte, siendo una de las incógnitas que no pudo aclararse en sede judicial.
Los Bomberos realizaban prácticas de buceo que estaban autorizadas por la Ciudad Autónoma y en una de ellas fue la que murió el propio Navas. No estaban reguladas de manera específica ni los propios integrantes del SEIS tenían titulación profesional para hacerlas. Después del fallecimiento se suspendieron e incluso el material que había sido adquirido por la Ciudad Autónoma quedó encerrado en una habitación sin uso. Se puso en evidencia la falta de control que siempre hubo en torno a este tipo de acciones. La jueza que ha llevado el caso ha entendido que no hubo responsabilidad.
Dejemos ya descansar al pobre Marcos. También descansaran después de 10 años de sufrimientos los tres acusados injustamente y sus familias.