La Audiencia Provincial de Cádiz ha dictado sentencia absolutoria del delito de homicidio por imprudencia que pesaba sobre el guardia civil Miguel Manuel Gálvez González, natural de Ceuta, que estuvo destinado en la ciudad hasta que fue trasladado a Algeciras, en donde ocurrió el accidente. Fue el 17 de marzo de 2008 cuando el agente intervino en un operativo para reducir un vehículo cuyos tres ocupantes habían intimidado con una pistola a dos trabajadores del puerto. La sentencia señala que la intervención de los agentes se produjo ante la denuncia de estas amenazas y, sobre todo, por la tenencia de un arma de fuego y “que quien resultó posteriormente fallecido, Bilal Argaz, fue quien provocó la actuación de los guardias civiles y con la conducción totalmente desenfrenada durante cierto tiempo que duró la persecución policial y con la desobediencia de la orden de detenerse creando riesgo en un miembro de la Guardia Civil, a quien estuvo a punto de atropellarle. Es más, los que le acompañaban en el vehículo le indicaban que parase, y uno de sus acompañantes, quien trabaja en una agencia de viajes en el interior del recinto portuario, conoció a los agentes perseguidores y reiteraron a Bilal que detuviese el automóvil, sin conseguir que lo llevase a cabo”, reza la sentencia. Dice la Audiencia que la actuación fue proporcionada, necesaria e imprescindible para evitar males mayores. Uno de los disparos dirigido a las ruedas terminó impactando en el maletero y atravesándolo, alcanzando al joven. AUGC-Cádiz se ha encargado de la defensa del agente, y ha reivindicado la plena asistencia jurídica a los guardias ante una imputación penal como consecuencia del servicio y la necesidad de respetar la presunción de inocencia no sólo en el ámbito penal sino también en el disciplinario y profesional para evitar situaciones irreversibles.