La Sección Segunda de la
Audiencia Provincial de Oviedo declaró la firme absolución de J.L.V.A., un ciudadano de 74 años, natural de la localidad asturiana de Grado, que durante casi siete años se dedicó a publicar en sus redes sociales comentarios de corte islamófobo y contra los inmigrantes que llegaban a nuestro país, incluida Ceuta, o al resto del territorio europeo. Ante la magistrada, el acusado reconoció estos hechos y ha aceptado someterse a tratamiento psiquiátrico durante cuatro años, el cual ya ha comenzado un centro especializado de La Ería, en Oviedo. Esta situación fue considerada por la magistrada, quien dictó su libre absolución bajo libertad vigilada. Los hechos que llevaron a este hombre al banquillo fueron calificados como un delito de incitación al odio, derivado de hasta 987 comentarios que realizó durante casi siete años, según contabilizó la Fiscalía, quien determinó que sufre un trastorno delirante, por lo que no es dueño de su voluntad. Según publica el medio asturiano La Nueva España, a lo largo de los años, la hostilidad de J.L.V.Á. hacia los ciudadanos musulmanes e inmigrantes fue en aumento. En marzo de 2016 publicaba comentarios del tipo: "El musulmán tiene que ser expulsado de Europa, que no quede nadie de ellos y hacer sentir también el temor que a sus familiares se les puede hacer atentados". Tan sólo un mes después, en su cuenta de Facebook se podía leer "al Islam hay que eliminarlo (...), quieren imponer el Islam en toda España los muy hijos de putas". Y también: "Esto es el Islam y hay hijos de putas españoles que quieren que el Islam triunfe (...), tendríamos que ejecutarlos por traidores". Estos comentarios también hacían alusión a las fronteras terrestres de Ceuta y de Melilla, sobre la supuesta acción que debían llevar, a juicio del acusado, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Criticaba que la Policía no utilizase sus "ametralladoras" en Ceuta y Melilla para hacer entender "que España en inviolable". "Solo vienen al tráfico de drogas y vivir de los españoles", decía. Pese a la gravedad de sus comentarios, finalmente el Tribunal decidió que la pena impuesta fuera esta vigilancia continuada y un tratamiento psiquiátrico para abordar este odio hacia los musulmanes y la inmigración en general.