Gigante verde

Juan Carrasco de las Heras

26/09/2022 04:20

El personaje de Hulka (She-Hulk) viene de la “brillante” idea que tuvo Marvel en los años 80 de sacar versiones femeninas de los personajes más populares, más que para equiparar la cuota en un mundo eminentemente masculino, para duplicar de alguna manera popularidad, posibilidades e ingresos.

Jennifer Walters es el alter ego de la heroína, prima de Bruce Banner, y que por causa de una transfusión de la sangre de éste, acaba adquiriendo unos poderes muy similares. Pero esta mujer de rompe y rasga (no en el sentido figurado de la expresión), no está dispuesta a renunciar a su vida y su trabajo de abogada, y tampoco va a hacer esfuerzos por ocultar su identidad. Así las cosas, parecía más que predestinada a que la contratasen precisamente aunando sus dos principales características para convertirse en abogada de seres con poderes o habilidades especiales. Eso sí, con su aspecto de gigante verde.

Lidiar con esta vida complicada, la animadversión de algún que otro personaje, y las apariciones de Mark Rufallo o Tim Roth harán que la original serie se deje ver con fresca simpatía y la interpretación esforzada de Tatiana Maslany, también conocida por su “multipapel” en la serie Orphan Black, ayuda a aportar ese aspecto tan fiero como humano y con una buena dosis de humor y chistes que funcionan bastante bien de quien no se toma demasiado en serio, siempre señal de inteligencia.

El planteamiento de la trama convierte en intrascendente, al menos de momento, al personaje en el Universo Marvel, pero al espectador le otorga la opción de ver un producto divertido y con aire de algo distinto.

Capítulo aparte merece el hecho de resaltar que el mayor defecto de este proyecto reside sorprendentemente en que una producción que tiene por imprescindible los efectos para poder transformar a la actriz en semejante bestia parda de dos metros y cuerpo de culturista y fuerza sobrehumana, precisamente son los espantosos efectos especiales, completamente antinaturales e impropios de un proyecto de Mervel, los que hacen aguas por todos lados. Nada que ver con aquello a lo que nos tienen acostumbrados. Algunos lo achacan a sobresaturación de trabajos al año y a que el departamento no da más de sí, podría ser; otros dicen que empieza a no compensar un ingente gasto para cada propuesta menor, también podría ser, aunque menos probable. El caso es que se trata de una circunstancia que saca por completo de ambiente y desluce tristemente el resultado de una buena idea.

El caso es que a pesar de la “feminización” absurda y anacrónica que sufrieron algunos personajes del mundo del cómic cuando las protagonistas mujeres originales no eran tan habituales como ahora, dieron a luz a una Hulka que, a pesar de su nombre más que obvio, tiene una historia que encaja más que el resto, y un tirón popular que también lucirá ahora en la pantalla en la que veamos esta propuesta, por supuestísimo distribuida por la propia casa, en su vertiente Disney+, que ya empieza a apisonar a la competencia…