Categorías: Opinión

Abdelmalek, del exilio al trono (I)

Debido a las intrigas turcas y sobre todo a las efectuadas por el gobernador de Argelia, Hassán El Corso, el fundador de la dinastía Saadí Mohamed Cheikh el 21 de octubre de 1559 fue asesinado por la guardia turca. Unos años después el príncipe Saadí Abdelmalek, protegido por los turcos, se presentó como pretendiente al trono de Marrakech, aspiración que terminó en la batalla de los Tres Reyes en las cercanías de Alcazarquivir el 4 de agosto de 1578.
A la muerte de Mohamed Cheikh este dejó varios hijos, de entre ellos le sucedió Abdallah Al’Ghabid (1557-1574), que una vez asegurado en el poder designó como su sucesor a su hijo Mohamed Al’ Masloukh como príncipe heredero y con el fin este de asegurarse su sucesión intentó liquidar a todos los sucesores del trono. Los tres hermanos de Al’Ghalib escaparon de milagro; Abdelmalek que se encontraba en Siljilmassa posiblemente como Gobernador designado por su padre, huyó a Tlemencen y después a Argel acompañado de su madre Sahaba Ar’ Rahmania y su hermano pequeño Ahmed, el futuro Al’Mansour. El tercero Abdelmoumen primogénito era gobernador de Mekines, intentó una sublevación contra Al’Gahlib, siendo posteriormente nombrado gobernador de Tlemecen por los turcos que era la base de sus intervenciones en Marruecos y era una región muy trabajada por los Sáadies.
Durante este periodo (1557-1575) Abdelmalek, príncipe exiliado, empezó a prepara sus relaciones para poder recobrar sus derechos a la sucesión de su padre. Por medio de correspondencia con sus numerosos agentes, fue efectuada a través de contactos de personajes europeos principalmente, documentación que se conserva y que permite conocer la personalidad de este príncipe, singular por su gran cultura y gustos refinados, gran diplomático y caballero, era un probado estratega, que se hizo después de pasado veinte años de exilio, para así formarse una gran personalidad en todo el Mediterráneo durante la época del  Renacimiento, interviniendo en todas las relaciones culturales de Oriente a Occidente del siglo XVI. Dos periodos distintos en la vida de Abdelmalek se aprecian en su vida durante el exilio en Argelia, en le trascurso del primero (1557-1569), este aún joven parece nadar entre la  magia cosmopolita de este activo puerto, en su fase de formación y observación de los confines Mediterráneo, pero en su segunda fase (1569-1575) emerge y se ocupa cada vez mas en la escena política de su país Marruecos.
Abdelmalek se instaló en Argel teniendo a su lado a su madre Sahaba, llamada a jugar un importante papel en la ascensión de su hijo al trono, los cronistas marroquíes le atribuyen una intervención decisiva a favor de Abdel Malke cerca de Moyrad III Sultan en Estambul y no lejos de Argelia, la presencia de su hermano mayor Abedelmoumen, gobernador de Tlemecen lo asegurará.
El príncipe exilado tenía entonces unos diecisiete años y en varios viajes interrumpió su estancia en Argelia con viajes que hizo a Estambul, además de su larga estancia embarcado como cadete en la flota otomana en donde intervino en grandes batallas, sostenidas contra las flotas de la Liga Cristiana, donde aprenderá los entresijos guerreros y sus estrategias, acciones que en Argel incrementó su fama y prodigiosa fortuna como un marino diestro con valor excepcional, en acciones como pirata o corsario según  así eran designados los combatientes de la fe, que en primavera se lanzaban a los mares en unas verdaderas flotas de 20 a 50 naves, para dedicarse a la caza de los navíos cristianos desde Larache hasta las costas italianas, pasando por Portugal, España, Baleares y Sicilia. Siendo sus aprensiones efectuadas sobre la marcha, y que por tanto perturbaron el comercio del Mediterráneo occidental; “traficar con los argelinos daba un cincuenta por ciento de beneficios asegurado” según decían los genoveses. Y con estas acciones incomodan a las flotas cristianas enemigas y suministraban al Imperio Otomano buenos marinos y sus mejores Almirantes. Esto en aquella época  era una manera regular y licita de hacer al mismo tiempo comercio y guerra entre los musulmanes y cristianos.
Las expediciones llegaban a Argel con capturas espectaculares de unos diez a veinte navíos apresados a la vez. Estos navíos trasportaban ricos productos y además les proporcionaban cautivos por miles, de los que en algunos casos pedían por su rescate fabulosas cantidades. También las mercancías  apresadas eran unos quintales de sedas, brocados, telas de colores, alhajas y sobre todo armas y sus municiones. Acciones que representaban ser muy fascinantes para el joven Abdelmalek, que tenía un gusto especial con las telas de buenas calidades: vestidos orientales, alhajas y sobre tos su gran curiosidad se dirigía por las armas de fuegos nuevas en aquella época.
También estos trapicheos les proporcionaban numerosos contactos con los cristianos que le abrieron nuevos horizontes culturales, y además le despertó su interés por Europa y sus ciudades, sus lenguas, música e instrumentaos, dando lugar a que en Argel entre el 1560 y 1587 hubiese más cristianos.
Ante él, se producían charlas y discusiones entre los cautivos de sus diversas teorías y costumbres, ya que habían entre ellos nobles, sacerdotes, presidiarios, contrabandistas y hasta en algunas veces grandes pensadores como Cervantes que fue capturado en 1575, por lo que con esta experiencia Abdelmalkek será muy tolerante en el siglo de las guerras de religiones con los últimos cruzados caritativo en medio de tantas violencias.
Pero aparte de todas estas vicisitudes estaban los hombres, ya que en Argel él conoció figuras de gran importancia de su época y, aquellos que apoyaron su causa y la defendieron, empezando por el pachá, el famoso Euldj Alí, un antiguo pescador de origen calabrés, prisionero renegado, corsario y por último pachá de la ciudad.
En la batalla naval de Lepanto en 1571, estuvo en la flota que se salvó y se refugio en Estambul con el Almirante en Jefe Eukdj Alí como si fuera un día cualquiera, ya que esto lo llevaba con él  en sus expediciones. Pero después de Euldj Alí vino su segundo (Mourad Rais) o comandante llamado el Hach Morato. Igualmente renegado de origen albanes, siendo como su capitán el cual en sus incursiones numerosas, le proporcionaron riquezas muy grandes, llegando a ser uno de los mas grandes corsarios de toda Argelia, el cual se alío con Abdelmalek a quien le dio su hija en matrimonio y desde entonces le apoyó en todas sus actuaciones, y también influyó mucho con todos los ámbitos para desde entonces apoyar a su yerno, tanto Estambul como después con Felipe II, cosa que este le alabaría por esta causa.
Abdelmalek tuvo un gran amigo llamado Adrea Gasparo Corso, por el que se valió para tender sus redes de información en todo el Mediterráneo Occidental de aquella época, ya que los hermanos Corso tenían extendidas ramificaciones por parte y la más importante para Abdelmalek se encontraba en Valencia, donde el primogénito de este en dicha ciudad, tuvo contactos directos con Felipe II, ya que estos hermanos en el transcurso del tiempo, lo pusieron en buena disposición para que Abdelmalek durante un tiempo de exilio y después en los preparativos de la batalla de los Tres Reyes, según atestigua la correspondencia de estos hermanos que aún se conserva. También en Argel estaba el conocido enigmático Capitán Cabrette, aventurero francés, agente dobles e inventor de máquinas de guerra, que fue utilizado cuando Abdelmalek llegó a ser Sultán, para ir en misión ante Enrique III y en Madrid (1576), donde Felipe II desconfió de él informando al Sultán para que fuera apartado. Con los turcos al contrario tenía un peligro de ocupación territorial que ni el pueblo marroquí, ni su familia Saadi deseaba que se realizara. En cuanto a las plazas cedidas a los cristianos. Abelmalek sabia que podría recuperarlas sin grandes dificultades como así sucedió en Agadir en 1541.
Como su familia estaba en sus comienzos, Abdelmalek se decidió a pactar con Madrid y a tal efecto los hermanos Corso así le ayudaron, pero como se encontraba en territorios turco empezó primero, a pedir permiso para poder ir a Madrid en 1569, a solicitar ayuda financiera que le había prometido; esta misma solicitud la volvió a pedir varias veces sin resultados positivos , efectuadas por los celebres hermanos corso, y cada vez surgía propuestas suplementarias de alianzas e incluso de complot como por ejemplo, tenemos una carta dirigida a Felipe II el 18 de octubre de 1570, donde Abdelmalek indicaba que desconfiaba del pachá de Argel (Euldy alf) y le informaba de la marcha del asunto prosperando contra los turcos de Argelia, por su hermano Abdelmoumen y el gobernador de Tlemen, resuelta esta que estaban también implicado el gobernador de Orán, en la que posiblemente contaban con la ayuda de Felipe II contra Euldy Alf, que hizo hacer y provocar con la ayuda de los Moriscos de Granada en su sublevación de 1568-70.
Un año mas tarde Abdelmalek, prisionero en la batalla naval de Lepanto (1571), fue enviado por Felipe II a Andrea Gasparo Corso, sugiriendo al Rey de España que los enviara a Orán donde podía a la vez sublevar Argelia contra los turcos y también para efectuar un eventual empuje de Al Ghailb en Tremecen. Ya que la derrota turca en Lepanto haría cambiar la situación en la ausencia de su flota. Argel estaba debilitado y su población deseaba liberarse de la ocupación turca y por esto Marruecos, pedía ayuda mientras tanto Abdelmalek fue asesinado en la mezquita de Tlemencen (1574) por enviados del Vicerey de Fez, Mohamed Al-Maslouk. Evento este de importancia para los intereses de Abdelmalk, que tuvo que ayudar a los supervivientes. Sus pretensiones contra su sobrino el príncipe heredero, eran desde este momento fundadas y legitimas, según la ley sucesoria Saadi. Siendo por tanto un cálculo político audaz y perspicaz por lo que Abdelmalek se volvió del lado de los turcos y por tanto fue vencido. Por otra parte tampoco no podía dudar de la desconfianza de Felipe II de su parte. El Rey de España que era un buen burócrata trataba  los asuntos del pretendiente Saadi, mientras que sus relaciones con el Sultan Al-Ghalib eran buenas. Pero este ultimo no quiso dejar que España se instalara en el peñón de Vélez (Badis), a pesar de la resistencia de sus moradores y la ayuda de Argelia; además propagaron entre ellos que Abdelmalek y sin abandonar sus relaciones con España que decían que este había dejado a su suerte a los moriscos sublevados (1569-70) después de haberles prometido su ayuda, y este era el motivo que la situación estuviese inmovilizada por Abdelmalek y sin abandonar las relaciones con España había emprendido gestiones con los turcos, maniobra entre dos convergentes durante los cuatro últimos años de su exilio.

Entradas recientes

El Club Baloncesto Fenix nace con un objetivo: dar el salto a categoría nacional

El Club Baloncesto Fenix nace con una intención clara: dar el salto a una liga nacional…

18/10/2024

'Abrazo Flamenco', un encuentro cargado de arte y mensajes de orgullo

El Teatro Auditorio del Revellín ha acogido esta tarde el espectáculo Abrazo Flamenco en el…

18/10/2024

¿Se puede devolver a los menores inmigrantes a sus países como plantea Canarias?

El Gobierno de Canarias valora establecer acuerdos con países como Marruecos o Senegal para derivarles…

18/10/2024

El Colegio La Inmaculada celebra su propio 'Got Talent'

El Colegio La Inmaculada, en Ceuta, ha celebrado la tarde de este viernes la segunda…

18/10/2024

La UA Ceutí buscará seguir con el invicto en Melilla

La Unión África Ceutí quiere seguir siendo invicto en Melilla. Los de Pepe Narváez se…

18/10/2024

Marruecos, el mayor exportador de frutas y verduras a España

Marruecos acapara alrededor del 24% del total de las exportaciones agrícolas que llegan a España.…

18/10/2024