Abandonos en verano

Llega el verano, y con él la peor época en cuanto abandono de animales se refiere. Y es que hay gente que sigue viendo a los animales como seres vivos, pero no los ve como seres capaces de sentir dolor, alegría, pena, sino más bien como si fueran plantas, que si un día estorban, pues se plantan en otro sitio y siguen viviendo.
Pero nada más lejos de la realidad. Cuando abandonan un animal en nuestras instalaciones, éste se queda temblando, llorando, pegado a la puerta por donde ha visto alejarse a sus dueños, sin comer y dándole igual la lluvia, el frío o el calor por no separarse de ese lugar por donde ha visto por última vez a esa familia que ha preferido dejarlo allí que haber buscado alguna alternativa.
Y estos perros que se quedan así todavía pueden considerarse afortunados. Porque no quiero imaginar como pueden quedarse de estresados y asustados los perros abandonados en la calle o el campo.
El dejar a un perro abandonado cuando llegan las vacaciones, es en parte buscar una excusa para sentirse menos culpable por la atrocidad que se comete. Y se usa la típica excusa de “es que me voy de vacaciones y no me lo puedo llevar”.  El decir ese “no puedo”, es una forma de quitarse culpa. Y más cuando hoy en día es muy fácil encontrar hoteles, hostales, casas de alquiler etc… en los que se admiten animales de compañía. Personalmente llevo muchos años con mascotas, y nunca he tenido el más mínimo problema en viajar con ellas. ¿Qué no se puede viajar en autobús? Se va en tren. ¿Qué no dejan en este hotel? Se va al de al lado.
No es nada difícil buscar en internet alojamientos que acepten animales. Y si realmente hay algún motivo mayor que impide tener a las mascotas durante ese tiempo, existen en nuestra ciudad dos residencias donde dejar a nuestras mascotas esos días.
Así que hay soluciones bastante fáciles antes de abandonar a una mascota en verano con motivo de las vacaciones. El sufrimiento que parece tener un animal abandonado, no puede ser expresado con palabras, y es fácilmente evitable.

La evolución de Tom

Tom llegó a nuestras instalaciones desde perrera municipal, el servicio de recogida lo rescató de los campos que hay alrededor de la ITV y fue en perrera municipal donde antes de ser pasado a nuestras instalaciones, por el encargado de los perros, pasó su cuarentena.
Llegó a nuestras manos el 29 de Febrero de este mismo año. Era un perro que tenia muchísimo miedo ya que no había tenido contacto con las personas. Tom fue esterilizado a los pocos días de llegar a la protectora, desparasitado y vacunado, pero aun quedaba lo más difícil, rehabilitarlo, acostumbrarlo a las personas, a las caricias.
Sus primero días en la protectora fueron para él de mucho temor, cuando entraban los voluntarios se escondía tras el coche de la protectora y no salía de allí, no comía de la mano, ni siquiera lata, algo que suele gustar mucho a los perros.
Se habituó al ver constantemente todos los días al encargado de los perros, y poco a poco salía de detrás del coche y camina por detrás de él, pero cuando se giraba salía corriendo, al cabo de los días ya se dejaba acariciar un poco, ya comía de la mano y permanecía fuera caminando en el patio aunque hubiera gente.
Actualmente Tom es uno de los primeros perros que está en la puerta para saludar cuando entramos y tiene una forma peculiar de hacerlo, nos tira mini bocaditos en el pantalón para llamar nuestra atención. Se ha convertido en el mejor amigo del ya mencionado en otro artículo “Chulo” siempre andan juntos, incluso cuando Chulo se va a dormir Tom le acompaña.
Gracias a la constancia de la gente y el empeño puesto en nuestros perros, la rehabilitación de ellos es posible.