El abandono escolar temprano cayó al 19,4% en el tercer trimestre del año, según se desprende del análisis de los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) divulgados ayer por el Ministerio de Educación. Este dato vuelve a convertirse en “la mejor cifra de abandono escolar prematuro de la historia de España” pero las noticias no son tan buenas para Ceuta y Melilla, donde lo exiguo de la muestra que toma el sondeo relativiza considerablemente la verosimilitud de sus resultados.
En cualquier caso, en las ciudades autónomas la tasa de población joven que deja las aulas antes de tiempo se situó entre junio y septiembre en el 26,6%, un 1,6% menos que durante el trimestre anterior pero 1,3 puntos porcentuales por encima del registro de hace doce meses y un 1,9% sobre el nivel que se registraba hace dos años.
Si la comparación se estira hasta 2012, la mejora en las dos ciudades autónomas es, sin embargo, muy notable, ya que entonces la ratio de abandono temprano de las clases se elevaba hasta un 35,3%.
El objetivo marcado por la Unión Europea para el año 2020 fija para nuestro país una tasa de abandono escolar temprano del 15%. Este propósito es “alcanzable”, a juicio del Ministerio, “gracias a la profesionalidad de los docentes, al compromiso de las familias y al esfuerzo de los alumnos”.