Seis subsaharianos -entre ellos una mujer- aparecieron en la mañana de ayer en la playa de Fuente Caballo después de que naufragaran a bordo de una balsa neumática con la que habían emprendido el viaje.
Uno de los inmigrantes fue el que, con las ropas empapadas, consiguió llegar a pie hasta la Jefatura Superior alertando a los agentes del estado de sus compañeros. Cuando los efectivos de la UCRIF y de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía llegaron al lugar, se toparon con el grupo de inmigrantes ya en tierra. Allí fueron atendidos tanto por la propia Policía Nacional como por la Benemérita hasta la llegada del 061.
Los subsaharianos estaban agotados después de haber protagonizado una travesía complicada, en pleno temporal, que había desviado su punto y final hasta la zona del Recinto.
Uno de los varones presentaba una herida en la cabeza tras golpearse con una roca. La única mujer del grupo sufrió un corte de digestión, por lo que ambos tuvieron que ser trasladados por una ambulancia del 061 hasta el Hospital. En el reconocimiento practicado en el clínico de Loma Colmenar se le localizó a la fémina una Biblia envuelta en papel celofán y adosada a su cintura. A ella se había aferrado durante una travesía complicada y marcada por la temeridad.
La llegada sorpresiva del grupo de subsaharianos vino marcada por la confusión. Y es que a pesar de que ellos manifestaban que habían llegado en una balsa playera, las fuerzas de seguridad sospechaban que pudieran haber sido acercados hasta la orilla por una zodiac que hubiera ejercido de peculiar nave nodriza.
La balsa no aparecía a pesar de las insistentes batidas llevadas a cabo tanto por la Salvamar ‘Gadir’ como por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Esta hipótesis se sumaba a la ristra de llamadas que recibió la ‘Gadir’ horas antes de posibles situaciones de emergencias que no tuvieron base real.
La mañana fue de infarto ya que desde primera hora de la mañana la ‘Gadir’ recibía el aviso de un posible naufragio cerca de la desaladora. La información no cuadraba con la realidad ya que tras acudir la patrulla hasta la zona concreta y extender el rastreo hasta Benzú no se localizaba embarcación alguna. Poco después la Salvamar recibía otra llamada desde el mismo número de teléfono móvil que advertía de la existencia de un subsahariano agarrado a una piedra en Benítez.
Cuando la ‘Gadir’ llegó al punto, tampoco se encontró con emergencia alguna. A los pocos minutos se tenía conocimiento del desembarco de inmigrantes en la otra punta de la ciudad, en Fuente Caballo. Según sospecha la Policía las llamadas habían sido realizadas por la misma persona que había equivocado la situación de la embarcación ¿Maniobra de distracción? Finalmente no la hubo, ya que, a primera hora de la tarde la Benemérita localiza la balsa neumática que venía a confirmar la versión del grupo de subsaharianos.
La intervención de ayer volvió a devolver el protagonismo a la versión más dramática de la inmigración, la que protagonizan aquellos subsaharianos que son explotados por las organizaciones que, además de cobrarles por el pase, les prometen ayudas que nunca se materializan en realidades.
La zona de Fuente Caballo y el Recinto constituyen uno de los puntos que más presión migratoria han soportado en los últimos años, siendo vía utilizada para el abandono de inmigrantes con mayor facilidad. Hasta sus costas las mafias han traído a asiáticos o subsaharianos, abandonándolos después de introducirlos en motos de agua o en pequeñas embarcaciones que simulan ser de recreo o pesca.
De las únicas declaraciones prestadas por el grupo ante la Policía se ha podido concluir que llegaron hasta Fuente Caballo en una embarcación. Ya ningún punto de la costa se salva de la presión, ni tan siquiera la zona del Hacho y Punta Almina, que también está siendo escenario de este tipo de travesías más llamativas por el rumbo escogido y que ya están siendo investigadas.
Mientras los seis inmigrantes eran acogidos ayer en el CETI, continúa la presión migratoria bien en el intento de entrada de pequeñas embarcaciones o bien en los intentos a la desesperada por abandonar la ciudad. En esas están las decenas de inmigrantes que se agolpan a diario en el puerto para intentar llegar al otro lado ocultos debajo de camiones. Son muchos los que lo han conseguido, otros, en cambio, siguen intentándolo a diario mientras las fuerzas de seguridad ven crecer a su lado otro centro de actuación que requiere de un esfuerzo constante.
En los próximos días más subsaharianos abandonarán el campamento del Jaral, hasta un total de 36 que se suman a los 40 que ya lo dejaron a finales del pasado mes. Todos ellos forman parte de las salidas que están coordinadas por la dirección del centro en base al buen comportamiento e integración que tengan miembros del colectivo.
En detalle
Las llamadas
La ‘Gadir’ recibió varios avisos de emergencia que luego no resultaron ser atinados en su localización.
El aviso
Se produjo en la propia Jefatura Superior advirtiéndose de la presencia del grupo de subsaharianos que se encontraban en riesgo en la playa de Fuente Caballo.
Coordinación
Tanto Policía Nacional como Guardia Civil atendieron a los sin papeles hasta la llegada del 061 que procedió al traslado de dos de los subsaharianos.
Vía de pase
Se produjo en una balsa neumática que finalmente fue localizada por la Guardia Civil en la playa. Era la prueba del tremendista pase.
El colegio de Educación Especial San Antonio ha querido celebrar este lunes el Día Internacional…
Este pasado sábado el club de hockey línea Bulldogs de Ceuta se desplazó a la localidad…
Después de bastante tiempo, un equipo del CN Caballa de Ceuta estará en liga andaluza.…
Un año más la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Fampa) de…
El Dragons Camoens Ceuta empezó de la mejor manera la segunda fase de la liga…
El Grupo Parlamentario Vox llevará a pleno una interpelación con la que quieren conocer qué…