A los políticos: presunción; a los guardias: paredón

A finales de este mes se celebrará el acto de juicio oral contra un sargento y seis guardias civiles detenidos hace nueve años en el transcurso de una operación llevada a cabo por Asuntos Internos. Estos interminables “nueve años de espera” han provocado en los guardias civiles una serie de daños colaterales que les han impedido realizar sus funciones en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros. La presunción de inocencia llegará cuando el tribunal dicte sentencia. Son guardias civiles.
Desde la AUGC siempre hemos respetado escrupulosamente la decisión de los tribunales de justicia; se han recurrido sus sentencias cuando entendíamos que no se ajustaban a derecho, pero siempre desde el respeto a los órganos judiciales. Por esa razón, cuando detuvieron a nuestros compañeros, no hicimos ninguna valoración que cuestionara la decisión del magistrado ni el trabajo de los compañeros de Asuntos Internos.
El  paso del tiempo, “nueve años”, hace que la lenta justicia deje de ser justa y se transforme en un verdugo que no te deja vivir, crecer como persona, como profesional y ciudadano que intenta pagar su error –en caso de ser culpables- para incorporarse a la sociedad o, en caso de ser inocentes, seguir un camino profesional donde promocionarte y elegir el destino que más te guste. Fueron cesados en sus destinos en Ceuta alegando razones de alarma social y cuando pudieron solicitar destino, fueron desestimados por la Dirección General alegando nuevamente razones de alarma social. ¿No existe presunción de inocencia para los guardias civiles?
En esta última década han sido detenidos cientos de políticos en nuestro país y en las declaraciones y ruedas de prensa de sus compañeros de partido coinciden en una aseveración “VIVIMOS EN UN ESTADO DE DERECHO Y LOS POLITICOS TAMBIEN TENEMOS LA PRESUNCION DE INOCENCIA”. Una presunción de inocencia que les permite presentarse nuevamente a las elecciones, continuar al frente de un ayuntamiento después de salir de prisión o continuar en un cargo público estando imputado.
Con el paso del tiempo hemos aprendido que la PRESUNCION DE INOCENCIA es un derecho innato al ser humano, siempre que no sea GUARDIA CIVIL. Los guardias civiles estamos sometidos a la presunción de culpabilidad, esa que ha impedido a nuestros compañeros seguir trabajando mientras la justicia decide sobre su inocencia o culpabilidad. Ellos esperan pacientemente una sentencia que los incorpore a la sociedad, a la Guardia Civil, a poder andar sin ataduras los caminos que la vida les depare. Quieren empezar a vivir.
Llama la atención que esos que hacen las leyes y, además, tienen la autoridad en el ámbito administrativo sean tan rotundos para restringir derechos a los guardias civiles y tan magnánimos para pedir respeto a la presunción de sus acólitos. Sin embargo, también nos llama la atención la aplicación del régimen disciplinario y, por lo tanto, hablamos del ámbito administrativo, porque se aplica con una especial benevolencia a otros cuerpos policiales y funcionarios públicos y con una rigurosidad excesiva a los sufridos guardias civiles.
Durante estos años han sido detenidos otros funcionarios que después de ser condenados han seguido trabajando –caso de Luis Vicente Moro y un funcionario de la Delegación del Gobierno-, varios trabajadores del Puerto o recientemente un funcionario de la Policía Local, que una vez que cumpla su sanción disciplinaria se incorporará a su puesto de trabajo en idénticas condiciones a sus compañeros. Los guardias civiles que son condenados son expulsados del Cuerpo.
Hace una semana nació un movimiento social de ciudadanos que dicen estar “preocupados e indignados por el panorama político, por la corrupción de los políticos, empresarios, banqueros... por la indefensión del ciudadano de a pie". Los guardias civiles conocemos perfectamente esa indignación de indefensión que hace que estemos a la cola de derechos de los policías europeos. Nosotros también estamos indignados y estos movimientos sociales están despertando las conciencias ciudadanas y avanzando conseguiremos que la justicia sea igualitaria para todos. Ya va siendo hora.