A los chiqueros el 2010…

Quizás si se pudiera haber sacado el pañuelo verde hace doce meses, mandando a toriles este año infame, nos habríamos quitado de en medio doce meses de decadencia para una nación que vive lo peores momentos de su joven democracia. La magnitud de la desgraciada época que vivimos tan sólo nos lo darán los años y la distancia cuando los hechos formen parte de la historia y cierta estabilidad llegue (vivir para ver y de peores hemos salido con avatares políticos más desgraciados y crueles que los actuales).
La perspectiva y los antecedentes ya nos decían que el ganado venía mal presentado (permítanme el lenguaje taurino y los símiles), transmitiéndonos la incertidumbre de quien sabe la poca fuerza y el poco trapío de la ganadería que llevamos seis años sufriendo en la particular feria que se ha convertido nuestro país.
Así, de esta forma, contemplamos como las mulillas de arrastre se llevan entre la bronca del respetable en los tendidos al ejemplar marcado como 2010 y del denostado hierro del puño y la rosa.
Atrás queda un país líder en desempleo, donde se acribilla a la mediana y pequeña empresa llevándolas a la ruina, estado de comunidades con intereses varios que nos separan, inmersos en una guerra oculta (y aún piden explicaciones de Irak cuando Afganistán tiene un clima bélico muy superior al conflicto del Golfo), una nación que es capaz de congelar las pensiones a sus mayores y disminuir el sueldo a los funcionarios, la nueva subida de la luz y los impuestos, tierra benigna para mafias y malhechores de todos los puntos cardinales…
Mientras se justificarán todas nuestras desdichas avalados por los periodistas más perifrásticos de la información española y nos intentarán hacer ver brotes verdes donde no hay más que una miseria creciente.
Y tendremos que ver reportajes de la dictadura y sus desgracias, siempre de una forma asociada a las ideas conservadoras de España, bombardeando subliminalmente a los votantes con hechos que la mayoría conocemos de oída de nuestros mayores y nada tienen que ver con el panorama político actual.
La forma más ruin de manipular una opinión pública moldeable por el ambiente confuso y las angustiosas circunstancias.
Entre tanto nuestras calles se convierten en un vergel de inmigrantes vendiendo en los semáforos, mendicidad que se aglutina en cada esquina y hace crecer la marginalidad a un ritmo incesante (visiten ustedes la península, donde jamás habríamos pensado que volverían los limpiabotas, buscadores de tesoros en los contenedores, menudeo ilegal ocupando los centros de las ciudades y las cotas más altas de inseguridad conocidas).
E incluso viéndonos así, sacan pecho de la tregua de ETA (que están a dos velas y no tienen ni para pistolas de agua, véase donde robaron el otro día en Francia) y presumen de la actuación en la crisis de los controladores (un manual de cómo manejar una situación como para quedar de buenos y héroes…).
De dicha forma nos despedimos del año seis de la era Zapatero, de la cual aún nos quedan 2 años o dos sobreros, como ustedes prefieran llamarlos, donde tendremos que aguantar el sopor y la escasez de encaste mientras el disfruta de unas inmerecidas vacaciones navideñas en el Coto de Doñana (quién pudiera cortar la barcaza de Sanlúcar como buque de Balearia con cuatro rayas de levante).
Déjenme despedir el año con media verónica y situar el morlaco 2011 frente al picador que con su vara vaya terminando con el primero de los sobreros (¿Rubalcaba?).
Feliz Año Nuevo a toda Ceuta y con el más sincero deseo que vayan cambiando las tornas a nivel nacional…