La polémica surgida tras la contratación de los muebles para el Conservatorio, después de que la Ciudad tuviera que aceptar el plante del arquitecto Álvaro Siza, ha dado protagonismo mediático a la empresa Ebania, conformada entre un socio de Jaén y otro asentado en Ceuta. Tras las acusaciones de pelotazo, aderezadas con términos como ‘amiguismo’ o ‘despilfarro’, la ‘parte ceutí’ de Ebania, encarnada en la persona de Rafael Atencia, rompe su silencio y da su versión sobre unos hechos que han convertido su empresa en una de las más famosas. Atencia lleva el 50% de la empresa, haciéndose cargo de la dirección del negocio, mientras que la parte tecnológica recae sobre Indemar, encargada de aportar la experiencia en maderas.
En esta entrevista con ‘El Faro’, Atencia responde a cómo, desde el punto de vista empresarial, ha visto el proceso sin entrar en enfrentamientos políticos y se defiende de las críticas de falta de experiencia que les achacan.
–¿Es Ebania una empresa sin experiencia, creada por y para llevarse el concurso del mobiliario del Conservatorio?
–Nuestro socio Indemar es un fabricante de maderas que ha hecho obras emblemáticas en hoteles de cinco estrellas y ha trabajado también en el hotel Villapadierna, reconocido porque este verano se alojó Michelle Obama, trabajan también para el Corte Inglés. Son trabajadores que han venido aquí y que tienen su experiencia y renombre.
–¿Cómo contacta con Ebania para decidir instalarse en Ceuta?
–El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, durante los fines de semana ha visitado determinadas confederaciones de empresarios y cámaras de comercio andaluzas. Más concretamente me voy a referir a la de Jaén, a donde fue con Luis Moreno, presidente de la Cámara de Comercio, y su jefe de gabinete, Francisco Sánchez París, para dar una conferencia sobre las posibilidades de invertir en Ceuta para traer dinero e inversión a la ciudad. Allí estaba presente mi socio, al que yo ya conocía porque me había hecho trabajos particulares y porque habíamos coincidido en la Fundación San Telmo (una escuela profesional de empresarios en Andalucía). Estando en la reunión, mi socio no habló con nadie de la Ciudad pero vio la oportunidad de invertir en Ceuta y me llamó a mi porque me conocía y me ofreció acompañarle en este proyecto. Nos reunimos y empezamos a pensar cómo instalarnos en la ciudad. Yo podía aportar el capital y encargarme de la dirección de la empresa mientras que mi socio se encargaría de todo lo que tiene que ver con la madera. En noviembre constituimos la empresa Ebania en Ceuta y esta es la forma, clara, de cómo se instala. Y no porque haya habido un contacto directo entre Presidencia y la empresa de Jaén.
–¿Tiene constancia de si el presidente Vivas acudió a otras conferencias en Andalucía al margen de la que impartió en Jaén?
–No le puedo decir, sé que fue a ésta porque fue allí donde mi socio escucha la posibilidad de invertir en Ceuta.
–¿Conoce si su socio tenía contactos previos con el jefe de gabinete, Sánchez Paris, al tratarse de dos personas de Jaén?
–Le puedo asegurar que no, que mi socio no tiene ninguna vinculación con este señor. En esto le doy mi palabra, se me podrá creer o no, pero le aseguro que no existe esa vinculación. El único contacto que nosotros tuvimos con Sánchez Paris fue un café en el Muralla, en cinco minutos, en el que le pedimos una cita para que el presidente estuviera en la inauguración del local Ebania.
–¿A quién contratan para instalarse en la ciudad?
–Contamos con dos empleados a tiempo completo que vienen de Indemar. Se trata de un comercial, conocedor del mundo de la madera, y otra persona que fue jefe de administración del Casino de Ceuta. Después el comercial que trajo Ebania decidió dejar la empresa y trabajar como autónomo en la península y es cuando necesitamos otro comercial.
–Es ahí donde aparece la familiar de Sánchez Paris... ¿hubo alguna imposición para contratarla?
–Cuando me surge la necesidad de contratar a una persona acudo a la Cámara de Comercio y es ahí donde me recomiendan a esta chica, Patricia, que es sobrina del señor Sánchez Paris. Resulta que es familia del jefe de gabinete... sí... ¿pero qué grado de consanguinidad tengo que pedir a los empleados para poder contratarles o no? Se lo aseguro no tuve ningún compromiso, la cogimos por su matiz comercial, nos dijeron que tenía acceso al cliente que a nosotros nos interesaba: un señor con cierto poder adquisitivo.
–¿Cómo se produce su acceso al concurso para los muebles del Conservatorio?
–Hay una licitación en la que nosotros participamos. Sé que hubo cuatro propuestas y también sé que la nuestra era la más cara: pero eran 3.000 euros más cara, no tres millones de pesetas... Cumplíamos además todos los requisitos.
–¿Gozó la empresa de algún tipo de trato de favor?
–Se nos dio las bases y la información como a todo el mundo. En Procesa no me han dado ningún trato de favor, ni se me dio ninguna indicación de qué es lo que se tenía que hacer para ganar.
–Se llevaron el concurso y desde algunos sectores se alude al pelotazo que dieron. ¿Cómo responde a estas acusaciones?
–Estamos hablando de 30 millones de pesetas (180.000 euros, que es el precio de los muebles), que fue el concurso. Ebania ha costado 150.000 euros, esa es la inversión de la empresa y las cuentas están depositadas y se pueden ver. Como usted comprenderá invertir 150.000 euros para ganar 18.000 euros del Conservatorio no tiene mucho sentido. Esa acusación no me la podría decir ningún empresario. No puede haber de ninguna manera un pelotazo.
Se ha dicho también que la empresa ha cerrado y es algo que me gustaría dejar claro: Ebania no está cerrada. Si hubiéramos cerrado tendríamos que haber presentado una serie de documentos y no ha sido así. No tenemos empleados en una tienda concreta para vender muebles o decoración pero sí seguimos con una actividad comercial en Ceuta. Tener un punto de venta nos suponía un gasto de 6.000 euros al mes, con una ciudad en crisis... no se podía justificar. Tras muchos ajustes y cuentas concluimos que podíamos seguir con la actividad sin ese punto de venta porque no vendemos vaqueros, ni americanas... a nosotros ya nos conoce la gente porque nuestra comercial nos presentó a todos los posibles clientes.
Comprobamos que había que darle una nueva orientación al negocio, no un cambio de modelo. Regularmente viene de Jaén un comercial de Indamar que visita a los clientes. Con esos contratos subcontratamos a empresas de aquí menos la madera que procede de Arjona.
–¿Qué relación ha mantenido o mantiene con Sánchez Paris?
–Con él me he visto tres veces. Una tomando café, como le he dicho, para pedirle la presencia del presidente en la inauguración de la tienda,y otras dos ocasiones con respecto a las informaciones que se están publicando y más por petición mía que por petición de él. Yo no le puedo responder sobre lo que este señor haya hecho en otras actividades, le puedo decir lo que ha hecho en esta actividad: no tiene nada que ver con nosotros, no ha obtenido ningún beneficio ni me ha pedido ni una silla para su casa, ni que le arregle una cornisa... Si hubiera existido ese trato de favor habría algo... ¡a mi la Ciudad no me ha comprado nada!, ¡ni una silla de cocina!... no hay ni una sola factura que pueda reflejar esto ni tan siquiera ha entrado un carpintero de Ebania en la casa del señor Sánchez Paris ni en la de ningún otro consejero de la Ciudad.
El chicle no se puede estirar más. Hay coincidencias en que la empresa es de un pueblo de Jaén, que su sobrina ha trabajado con nosotros... como otros cuatro más... Le puedo asegurar que no sé nada del pasado de Sánchez Paris sólo sé del trato que he tenido con él y le puedo asegurar que,con respecto a Ebania, tiene que tener unas espaldas muy fuertes, para poder aguantar todo lo que se está diciendo de él porque son cosas absolutamente falsas. Como ciudadano debo hacer esa advertencia: difamar hoy es gratis, calumniar también.
–De los contactos mantenidos entre la Ciudad con empresarios andaluces tras la firma de los convenios se conoce que ha fructificado sólo esta empresa, y es de Jaén; resulta que además se contrata a la sobrina de Sánchez Paris... ¿no son muchas coincidencias?
–Las coincidencias existen... pero quiero ser claro, cualquier coincidencia con la realidad no la hace más creíble, no existe. Que Arjona esté a unos cuantos kilómetros de Jaén, que hayamos puesto a trabajar como comercial a la sobrina del señor Paris no dice nada. A lo mejor ha sido una torpeza mía contratarla, en otra ocasión me aseguraré que nadie tenga que ver algo no ya con el jefe de gabinete sino con los políticos que están en la Ciudad.Si desmenuzas las coincidencias, sale una reunión en Jaén y una sobrina... de ahí a lo que se está diciendo... es una auténtica barbaridad. Si yo fuese un político, liberado sindical, con tiempo y ganas de hacer las cosas me armaría de documentación antes de alzar la voz porque para mi este tipo de personas que critican sin saber se desprestigian solas. No se puede estirar el chicle porque sí, hay que tener un punto de sensatez: se ha confundido Andújar con Arjona a sabiendas y se han dicho cosas sin saber.
–Por lo que cuenta al final le ha perjudicado el ser adjudicatario del concurso del Conservatorio ceutí...
–¿Cree sinceramente que la administración me va a volver a contratar a mi alguna obra? Yo he estado con mi socio en la fundación San Telmo dando conferencias sobre Ceuta, de las oportunidades que hay para invertir... ¿de verdad cree que Ebania va a volver a ganar alguna licitación más? Eso tengo clarísimo que no y es un daño colateral de todo lo que se está estirando el chicle... de todo lo que ofende... que algo queda. Estamos en un estado de derecho pero de algunos, otros no los tenemos. Cuando nos instalamos lo hicimos teniendo en cuenta un retorno de la inversión fijado en 36 meses, ése era nuestro cálculo nutriéndonos de clientes particulares y de la administración. No hace falta sumar dos más dos para saber que la administración no me concederá jamás una licitación. Este es el panorama cuando, le puedo asegurar, que en este caso no ha habido nada anómalo.
–¿Qué regusto le queda del trato recibido por los portugueses después de que su empresa ganara el concurso?
–Estuve reunido con Avelino Silva y varios técnicos de Procesa y le puedo decir que no he asistido a ninguna reunión en la que se nos haya tratado -a mí y a mi socio- peor. Ese mal trato vino por parte del señor Silva (número 2 de Álvaro Siza), que se enteró en aquella reunión que teníamos concedida la licitación de los muebles del conservatorio. No lo sabía, pensó que lo iba a hacer él. No nos dirigió la palabra ni quiso atender nuestro ofrecimiento para que pudiera ver los muebles porque decían desde un principio que no valían, ellos querían sus muebles. El regusto que me ha quedado es el mismo que le ha podido quedar a la Ciudad y a los técnicos, que han hecho la licitación de buena fe. Nunca se supo que había exclusividad.
–La Ciudad dice que incluso se planteó pleitear con Ebania, pero que sabía que se iba a perder...
–Nosotros también lo advertimos que si se intentaba rescindir el contrato pleitearíamos. Hacerlo contra Siza era demorar la entrega del Conservatorio y la de la Manzana al completo. Si la Ciudad decide pleitear con Siza, qué dirían los ciudadanos, ¿por quince millones de las antiguas pesetas se va a tener parada la Manzana una serie de años en un Contencioso con la de millones que ha costado? Los muebles de los que estamos hablando son percheros, papeleras y sillones para escuchar una audición... que pueden ser colocados en otras dependencias.... ¿qué es entonces lo menos malo que se podía hacer? Los muebles que hemos hecho son de una categoría impresionante, nunca Siza podrá decir lo contrario, ya los desechó antes de verlos porque no quería en ningún momento un mobiliario que no fuera el suyo.