El 17 de diciembre de 1976, cuatrocientos guardias civiles y policías se concentraron en Madrid para exigir el acceso a la Seguridad Social y subidas salariales.
Los miembros de las Fuerzas de Orden Público -como se denominaba a los guardias civiles y policías- tenían que recurrir a igualas médicas o a la caridad de los médicos de los pueblos para que atendieran a sus familias. La respuesta no se hizo esperar y más de 200 fueron detenidos, sometidos a consejos de guerra y 50 compañeros fueron expulsados.
Meses después los guardias y policías tenían derecho a la Seguridad Social y tuvieron una importante subida de sueldo.
Aquel 17 de diciembre fue el punto de partida del movimiento asociativo en las Fuerzas de Seguridad del Estado. La falta de derechos y la coincidencia en la precariedad laboral de guardias y policías fue el germen perfecto para provocar una manifestación justa e histórica que dejó sin argumentos a los responsables políticos de la época. Gracias a estos policías y guardias civiles valientes se consiguieron derechos impensables en aquellos momentos.
Sin lugar a dudas, el 20 de enero de 2007 fue otra fecha clave y decisiva en la consecución de derechos de los guardias civiles y sus familias. Aquel día, miles de guardias civiles nos concentramos de uniforme en la Plaza Mayor de Madrid para exigir al Gobierno el cumplimiento de su programa electoral y la dignificación de nuestras condiciones laborales. Fue un paso decisivo para conseguir muchos de los derechos y avances que disfrutamos. No era una manifestación caprichosa, era el resultado del hartazgo de los guardias civiles y sus familias.
“El próximo 16 de marzo la Plataforma por una Jubilación Digna y la Plena Equiparación Salarial ha convocado una manifestación de policías y guardias civiles que recorrerá las calles de Madrid para reclamar la equiparación salarial y la misma jubilación que los policías autónomos y locales”
Aquel 20 de enero fue el punto de partida para conseguir la legalización de las asociaciones profesionales, un régimen disciplinario propio, acabar con las sanciones de pérdida de libertad por simples faltas administrativas, una jornada laboral acorde a la realidad social, vacaciones en verano y fechas señaladas y, sobre todo, fue la primera piedra de los muchos avances y derechos que dentro de unos años tendrán los guardias civiles. Derechos que poco a poco se irían consolidando. En esta manifestación fuimos sancionados 20 guardias civiles, pero mereció la pena.
El próximo 16 de marzo la Plataforma por una Jubilación Digna y la Plena Equiparación Salarial ha convocado una manifestación de policías y guardias civiles que recorrerán las calles de Madrid para reclamar la equiparación salarial y la misma jubilación que los policías autónomos y locales.
Pedir que los que hacen el mismo trabajo cobren la misma jubilación y retribuciones es una exigencia de la que no pueden detraerse nuestros representantes políticos y, por supuesto, no se puede demorar más, porque cada día que pasa es un día más de injusticia para los muchos guardias civiles que pasan a la situación de retirado o tienen que pasar a la reserva o segunda actividad.
He querido resaltar dos fechas históricas donde conseguimos remover conciencias y conquistar derechos. Dos fechas a la que hay que sumar el próximo 16 de marzo para recordarlo como el día que acabamos con el agravio que sufren los policías y guardias civiles. Mismo Trabajo, misma jubilación, mismo sueldo.
No faltes, merece la pena.
En primer lugar compartir los avances logrados a través de las movilizaciones y ue conste que no habló por voca de ganso, participe desde la clandestinidad en todos los movimientos y compartí la lucha con los Rosas, Morata, Linde Piñero etc. y de los nuestros en Hoyo de Manzanares y es mas, en los primeros encierros en CUARTELES de la Policía Arnada en Ceuta, publicados en nuestra Ciudad pero ignorado en el resto del Pais que conllevaron cientos de arrestos y traslados, así que total apoyo a las movilizaciones, pero y aquí está mi opinión diamante de mi experiencia sindical en la cima del sindicalismo Policial, nada más legalizar el sindicato empezamos a reivindicar todo lo reseñado en tu artículo lo injusto de los trienios o las dietas no se entiende que el Jefe tenga que comer y dormir mejor que el funcionario de la Escala Básica y aquí aparecía el verdadero escollo, La Ley de la Función Pública que regula el régimen retributivo de los funcionarios públicos es decir de casi tres millones de funcionarios que establece las categorías administrativa en función del grupo de procedencia y está a la vez la titulación exigida es decir que sólo tenemos que intentar cambiar la Ley ya que cada vez que intentábamos cambiar no encontramos con este impedimento, también debemos recordar que somos diferentes los funcionarios del Estado que los de las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que se rigen por sus Estatutos y para terminar compañero existe algo más injusto que el sueldo mínimo sea de 1.150 y el nuestro no llegue a 900, este es un agravio más evidente si cabe de discriminación.