El silencio es la única respuesta que ha obtenido la asociación de vecinos de la barriada de Sidi Embarek de Ceuta ante la solicitud de un local vecinal donde poder reunirse. Una solicitud que llevan reclamando desde hace 20 años ya.
El primer registro data del 15 de noviembre de 2003, fecha en la que se hizo “una petición por escrito en nombre de la asociación al señor Vivas”, apunta el actual presidente de la barriada, Abdellah Mustafa, que llegó al cargo en octubre de 2021.
Además, tan solo el pasado año se realizaron de 12 a 15 peticiones pero “no hay voluntad por parte del Gobierno ni respuesta”.
Esta situación les obliga a tener que realizar las asambleas en la calle, aunque “con el invierno no podemos hacerlas” porque el tiempo no lo permite “y no hay otro espacio donde quepan los vecinos para poder reunirnos”, lamenta Mustafa.
Además, desde el mes de octubre han tenido que “paralizar las actividades con los niños hasta que venga el buen tiempo”. O hasta que tengan una sede, donde podrían hacerlas durante todo el año.
Esta situación hace que se sientan completamente abandonados y que tengan que luchar por su propia cuenta para lograr una “dignificación de nuestra barriada y en la mejora de la calidad de vida de nuestros vecinos”, expone.
Aún así, les queda pendiente tener un “espacio adecuado donde reunirnos, planificar estrategias y llevar a cabo acciones que contribuyan a la construcción de una sociedad democrática”.
En ese sentido, expresa el presidente de la barriada, “la ausencia de esta sede limita nuestra capacidad para colaborar de manera efectiva en la toma de decisiones y en la participación ciudadana. Nos impide tener un espacio físico donde recibir a visitantes y miembros interesados en involucrarse en nuestras actividades. En resumen, una sede símbolo de nuestra unión y compromiso con el bienestar común”.
“La creación de esta sede representaría un paso hacia adelante en nuestro objetivo de fortalecer los lazos comunitarios y promover el diálogo constructivo entre los residentes de nuestra barriada. Sería un espacio donde podríamos realizar talleres, charlas informativas, actividades culturales y muchas otras iniciativas que fomenten el desarrollo personal y colectivo”, añade.
Por todo ello, la asociación vecinal de Sidi Embarek pide el apoyo de todos para “lograr el sueño de contar con una sede”.
En la barriada los Rosales tenemos local social pero está siempre cerrado y sólo lo aprovecha el presi que lo tiene como un santuario personal.