En pleno temporal, con un mar embravecido y suspensiones en la navegación, siguen produciéndose intentos de cruce a Ceuta marcados por el riesgo. El espigón del Tarajal está siendo escenario de esa presión traducida en acercamientos aislados de magrebíes, algunos de ellos menores.
La Guardia Civil, mediante agentes del Servicio Marítimo, así como patrullas por vía terrestre están activados procediéndose a rescates a cuentagotas en el mar.
Después de ese riesgo, después de esos pases en los que muchos dejan la vida, llega el momento del intento de devolución que el Instituto Armado ejecuta con todos los marroquíes llegados.
Las imágenes evidencian esa temeridad, esa lucha contra las olas y ese drama sostenido en una frontera sur en la que en estos últimos días han desaparecido varios jóvenes. Los últimos casos denunciados son los de Mohamed y Naoufal, adolescentes de Castillejos que aprovecharon la tarde del jueves, en plena borrasca Aline, para huir de Marruecos. Desde entonces nada se sabe de ellos.
Los agentes de la Benemérita de servicio han tenido que intervenir en varias ocasiones para, literalmente, salvar vidas. El Tarajal se ha convertido en un punto de enorme presión ejercido por nadadores que en momentos como los de hoy se exponen a situaciones vitales muy complicadas.
Un drama del día a día
La búsqueda del cruce se produce a diario, es ese goteo que ni siquiera trasciende a los medios de comunicación encuadrándose en la normalidad lo que no lo es.
Entre quienes buscan la entrada en Ceuta hay sobre todo menores y en las últimas semanas ha aumentado de forma notable la entrada de argelinos.
Esta tarde de domingo marcada por el temporal deja escenas duras en el mar. Los jóvenes se arrojan al agua con lo puesto empleando neumáticos de las ruedas de vehículos creyendo hallar en ellos la necesaria protección.