La Verbena Blanca se está celebrando en la céntrica plaza de Nelson Mandela de Ceuta organizada por la Asociación de Vecinos del Centro en colaboración con las Hermandades del Rocío, Las Penas, Flagelación y Medinaceli. Para esta última, la iniciativa tenía un cariz especial ya que se celebraba en su honor por el 75 aniversario de la refundación de la corporación.
Según ha expresado el hermano mayor de la Cofradía, Juan José Carnero, se trata de una fecha “muy importante” ya que, aunque la pandemia impidió la celebración en su fecha correspondiente, “hemos estado festejando el 75 aniversario de la Hermandad y este es el colofón de todos los actos que hemos hecho”. Además, ha indicado que afrontan esta verbena con “mucha ilusión, ganas y alegría, esperando a los caballas a que participen tanto de la tómbola como de los ambigús”.
Una tómbola que tenía un gran número de artículos donados por los comercios locales, a los cuales Carnero ha querido agradecer el gesto. “Tenemos la suerte de que muchos establecimientos de la ciudad se han ofrecido para ayudarnos con más de 120 regalos”.
Tras la suelta de globos con el número 75 ha dado comienzo una verbena en la que la fiesta y el buen ambiente han sido la tónica predominante como lo han demostrado dos hermanas con mucha guasa, Luisa y Lola.
Luisa era la primera en hablar, minutos antes había sido agraciada con unos regalos de la tómbola y aseguraba estar muy contenta. “Estamos muy bien y estoy muy contenta, me ha tocado un mantel de lunares verdes y también un juego de desinfección de manos”, ha comentado mientras intentaba saber cuál era el segundo regalo obtenido.
Por su parte, su hermana Lola abrió la bolsa que envolvía la tela de lunares verdes y se la puso en la cabeza y confesó a El Faro que se lo estaba pasando “demasiado bien”. Además, aseguraba que a Luisa no era a la que le habían tocado los regalos de la tómbola, que había sido a ella y por esta razón había decidido ponerse la tela.
Una pequeña disputa que terminó con un beso de confraternización y haciendo ver que lo que primaba en ese momento era el buen ambiente.
Un lugar donde todos están pudiendo disfrutar de una buena tarde en compañía y amigos mientras comparten charla o realizan algún que otro baile con la orquesta Plenitud.