Sin duda estas palabras, podrían poner en cuestión la honradez de cualquier gobierno y está claro que podrían conseguir sacar de sus casillas a más de un responsable político. Y por lo visto, eso es lo que le está ocurriendo al Partido Popular y particularmente, a su máximo responsable, el Señor Vivas, que últimamente parece tan molesto e irritado cada vez que oye pronunciar estas dos palabras.
Sin embargo, ¿qué espera un alcalde que pensemos los ciudadanos de un gobierno que ha dado la espalda a sus necesidades y reivindicaciones?
No podemos estar de acuerdo con una política que se ha basado durante tantos años en utilizar los recursos públicos para colocar y favorecer a personas afines, una política que se ha basado en el simple parcheo de nuestra triste realidad socioeconómica, una política con una visión muy “particular” de lo que significa trabajar por y para el interés general de la ciudadanía.
Es evidente que si el Señor Vivas hubiese actuado como un buen alcalde, quizás no tendría porqué oir tantas críticas de ese tipo.
Quizás, si la prioridad del Ejecutivo Local hubiese sido la ciudadanía y su bienestar, incentivar la economía de nuestra ciudad, la creación de empleo y acabar o al menos reducir realmente, las tan altas cifras de desempleo que azotan nuestra ciudad; tal vez, si hubiese sido así, ni el Señor Vivas ni su equipo de Desgobierno, tendrían porqué oir hablar de “amiguismos” y “favoritismos”.
Tal vez, si en lugar de haber decidido afrontar las tristes y desoladoras tasas de paro que sufre nuestra ciudad con simples parcheos y el “pan para hoy y hambre para mañana”, en vez de centrarse en crear puestos de libre designación y nombrar a tantos asesores, en vez de invertir en la compra de estatuas y puentes sin sentido; si en vez de ello, el Ejecutivo Local se hubiera centrado, por ejemplo, en atraer un turismo de calidad a nuestra ciudad, en invertir en ayudas sociales, en invertir en la creación de empleo y en la búsqueda de nuevos nichos de mercado; en definitiva, si el Ejecutivo Local se hubiera centrado realmente en el interés general, pues a lo mejor, el Señor Vivas y el Partido Popular no tendrían porqué estar siempre en la diana de las críticas de la oposición y de quienes la representamos.
Si los procesos de selección públicos fuesen realmente transparentes y justos, si en los procesos de licitación se respetaran los principios de igualdad y libre concurrencia y, si los “dedazos” no fuesen tan habituales en la política del Partido Popular, hasta podríamos reconocer que el gobierno hace una buena labor, que no es así.
Quizás y estoy convencido de que así sería, si la política del Desgobierno durante todos estos años, se hubiera basado realmente en trabajar por y para el interés general, no habría entonces ninguna razón para hablar ni de intereses particulares ni de “amiguismos” ni de “favoritismos”.
Sin embargo, hasta que todo eso no ocurra, los ceutíes seguiremos hablando y criticando la política del Partido Popular, la de los “amiguismos” y los “favoritismos”. Y no es ninguna acusación Señor Vivas, es la triste y cruda realidad.