Quedan pocos días para acudir con abanicos y refrescos a los colegios electorales. El malvado Presidente nos ha sacado de la playa, la montaña, el camino de Santiago y del verano azul soñado durante el año. Encima con unos calores que recuerdan a los Pimientos de Padrón de los que pican y mordemos con la esperanza que sean de los otros.
Ya se creó el voto por correo para evitar la diáspora de los votantes. Los carteros van a tope y la administración ha reforzado el servicio en unos cuantos miles para llevar las urnas allá donde los veraneantes disfrutan de su merecido asueto.
El candidato Feijóo, Aguirre y la intocable Ayuso hablan de pucherazo como si estuviéramos en la dictadura que votaban los muertos y habían más papeletas que personas. Ellos sabrán. Si ganan negarán sus declaraciones de Tongo y le echarán la culpa a los comunistas bolivarianos.
Pero bueno, ¿Qué voto? ¿A quién? ¿Por qué? ¿Para qué? No me he leído punto por punto todos los programas electorales pero sí me he hecho un retrato robot para que la inteligencia artificial me ponga una papeleta en la mano.
Soy defensor del movimiento LGTBI, militante y activista. Nunca me opondre a que cada uno decida sobre su vida y que manifieste de qué forma quiere morir ( eutanasia). Se garantizará este derecho asumiendo los protocolos correspondientes. Defenderé que el aborto es una decisión de la mujer y es ella la que le compete. El Estado garantizará ese derecho inalienable.
No quiero ninguna religión en la escuela ; los idearios de la enseñanza pública se basarán en las leyes, en la laicidad, en la Constitución y en los derechos humanos.
Quién quiera enseñanza privada debe pagársela de su bolsillo pues la oferta de la pública será lo suficiente amplia y de calidad. Pienso que la violencia de género es una realidad incontestable; es violencia de género y así hay que tratarla y llamarla, con todas y cada una de sus letras.
Debe pagar quién más gana y más tiene para poder planificar la justicia social, pensiones, sanidad, educación. Etc.
Me apunto a todas las mareas verdes que luchan incansables por derechos básicos.
Abogo con los defensores del cambio climático sobre el peligro inminente que corre el planeta ; un consumismo sin límites y sin paliativos ávido de derroche y explotación de los recursos naturales.
Creo en la libertad de prensa, la libertad de cátedra, todas y cada una de las libertades que sirvan para formar ciudadanos críticos.
El racismo, la xenofobia, los delitos de odio los tipificaría en el código penal .
Todas las reformas laborales deberán ser pactadas con sindicatos y empresarios para mejorar las condiciones de trabajo. El salario mínimo debería llegar a 15OO euros y no habrán pensiones inferiores a 1000 euros en esta legislatura.
La justicia debe ser independiente apelando a la separación de poderes.
El problema de la inmigración se tratará en los foros internacionales con medidas que logren aportar soluciones sin priorizar intereses de ningún tipo. Las mafias que trafican con personas tienen que ser derrotadas
Todos los políticos darán cuenta de decisiones cuando se les requiera para ellos. (Patrimonio, declaraciones, etc).
No creo en el nacionalismo, en patriotas de pacotilla, en los que solapan la memoria histórica venga de donde venga.
Ya he metido los datos. Dentro de unos minutos sabré a qué partido deberé votar.
Os cuento en el próximo CAÑONAZO.