Los reclusos españoles se hacen viejos. Así lo muestran los datos de Instituciones Penitenciarias que engloba los presidios nacionales, incluido el de Ceuta.
El secretario general de este organismo, Ángel Luis Ortiz, ha advertido del envejecimiento de la población reclusa en España, donde la edad media de los internos ha pasado en una década de 37 a 41 años y el 7% tiene más de 60 años, un dato que ha crecido un 9% solo desde principios de 2023.
Así lo ha manifestado durante la clausura del curso de formación inicial del Cuerpo Superior de Técnicos de Instituciones Penitenciarias, que se ha desarrollado en el último mes en el Centro de Estudios Penitenciarios de Cuenca.
Ortiz reveló, además, que hay algún preso en España que “alcanza los 96 años de edad”.
Por ello, ha avanzado que los esfuerzos que se hicieron en la década de los ochenta del siglo pasado, para evitar el consumo de drogas por parte de los internos jóvenes, “se tienen que ver complementados con líneas de trabajo y tratamiento que se ajusten a esta nueva realidad”.
Ocupación
Ortiz ha recordado a los funcionarios de prisiones que en España hay 47.000 reclusos, repartidos en 81 centros penitenciarios, y que el índice de ocupación de las cárceles del país es más bajo que la media de la Unión Europea, un 72%.
Por su parte, el fiscal general del Estado, Álvaro García, ha explicado durante su lección magistral que en la actualidad se desarrollan nuevos tipos de delitos, que están llevando a su vez a las cárceles a nuevos tipos de delincuentes.
En este sentido, se ha referido a aquellos relacionados con violencia machista, seguridad vial, delitos informáticos, económicos o vinculados a las redes sociales “y supone que ingresen en prisión modelos sociales, personas o personalidades que antes parecía increíble que pudieran ingresar”.
Curso penitenciario
El curso del Centro de Estudios Penitenciarios ha contado con 126 alumnos que ahora inician seis meses de prácticas y de los cuales 102 son mujeres.
Ortiz ha incidido en el número creciente de trabajadoras femeninas en el ámbito penitenciario, donde suponen ya un 35%.