El atleta de origen marroquí, aunque nacionalidad española, Yassine Ouhdadi, se proclamó este lunes en el estadio Charlèty de París (Francia) campeón del mundo de atletismo paralímpico en los 5.000 metros de la categoría T13 de discapacitados visuales.
Ouhdadi, de 28 años, dominó la carrera con una buena táctica que le permitió llegar a meta en solitario y parar el cronómetro en 15:16.97. El australiano Jaryd Clifford, que afrontó este Mundial con la mejor marca de la temporada en la distancia, fue segundo con 15:18.23, mientras que el tercer cajón del podio lo ocupó el canadiense Guillaume Ouellet con 15:22.85.
La carrera se desarrolló a un ritmo lento en la que el grupo se mantuvo unido, hasta que a falta de 200 metros el australiano realizó un cambio de ritmo al que el marroquí nacionalizado español respondió con soltura y a falta de 100 metros superó a su rival para acabar ganando con varios metros de ventaja.
El otro atleta de nacionalidad española en competición, el maratoniano asturiano Alberto Suárez Laso, finalizó sexto con 15:29.75.
De Marruecos a Tortosa
Yassine Ouhdadi, que nació con cataratas no operables en ambos ojos, sufre una ceguera total en el izquierdo y una parcial en el derecho. Por ello compite en las pruebas atléticas llevando unas gafas.
Llegó a España procedente de Marruecos, donde nació en 1994, cuando tenía seis años junto a sus padres y sus ocho hermanos y se instalaron en la localidad tarraconense de Tortosa, en la que su familia abrió una tienda de alimentación.
Estudió hasta los quince años pero lo tuvo que dejar para ayudar en casa aunque no le importó demasiado ya que le costaba mucho al no poder leer los papeles con facilidad.
El atletismo llegó a su vida a finales de 2014. Primero como una actividad más de ocio practicándolo por la montaña y el asfalto. Su talento no pasó desapercibido para el Comité Paralímpico Español, que lo reclutó para formar parte del equipo nacional, con el se proclamó subcampeón del mundo en 2019 en Dubai y campeón paralímpico en Tokio 2020.